El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, designó este martes a Jeffrey DeLaurentis como embajador estadounidense en Cuba, el primero en ocupar ese cargo desde hace 55 años. El elegido de Obama es un diplomático muy experimentado que se desempeñaba desde 2014 como jefe de la representación diplomática en La Habana.
El primer mandatario señaló que no había un servidor público más adecuado que el diplomático estadounidense para mejorar las relaciones con el pueblo cubano y hacer avanzar los intereses de Estados Unidos en Cuba, según reporta el periódico La Jornada.
DeLaurentis ha ocupado el cargo —de facto— desde que hace un año ambas naciones reabrieron sus respectivas embajadas, señala El País. El Senado todavía tiene que validar la decisión de Obama y tiene en su contra a dos voces que buscan bloquear el proceso: Ted Cruz y Marco Rubio, críticos del acercamiento a La Habana.
El problema es que sólo basta la negativa de un senador para que la nominación quede en stand-by. Rubio ya se adelantó a todas las especulaciones y dejó entrever que obstaculizará el nombramiento del embajador estadounidense en Cuba.
El exaspirante presidencial del Partido Republicano indicó que la nominación de DeLaurentis no debería llegar a ningún lado hasta que el régimen de los hermanos Castro “realice avances significativos e irreversibles en derechos humanos y libertades políticas”.
Desde que se restablecieron las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el 17 de diciembre de 2014, se han reanudado los vuelos comerciales entre ambos países tras más de 50 años, además se registró una mayor cooperación en materia de correos y migración.
Pese a que se reactivaron los vínculos diplomáticos entre ambas naciones, todavía Cuba soporta el embargo económico de los estadounidenses y reclama la devolución del territorio de Guantánamo, donde Estados Unidos mantiene una base naval.