Son noticias que se esperan porque son inevitables, pero siempre que se dan entra esa tristeza. El día de hoy Steven Gerrard anunció el fin de su carrera como futbolista. Un jugadorazo en toda la extensión de la palabra que ahora se convierte en leyenda.
Es complicado verlo decir adiós, pues a pesar de que ya no era el mismo de antes, el sentimiento que generaba su futbol no había disminuido ni tantito. Sobre todo para los seguidores del Liverpool, que han disfrutado de su gracia con el balón, pero también del amor por su camiseta.
No hay nadie en este mundo que puede decir que no le dio todo a los Reds. Hasta la última gota de sudor la entregó por el bien del equipo de sus amores. Hasta en sus últimos años con el LA Galaxy el recuerdo de su carrera Red seguía vigente.
Aquí, con su retiro comienza la eterna discusión ¿es el mejor futbolista que ha dado Liverpool? Unos dirán que sí, otros que no y es una lucha de jamás acabar. Sin embargo, hay algo que sí es totalmente seguro: está en el Olimpo de los Reds.
Junto a Kenny Dalglish y Kevin Keegan, Steven Gerrard comparte un sitio muy especial en este histórico club. Es decir, ¿para qué pelear sobre quién es el mejor cuando se es un equipo tan rico en anécdotas y leyendas como lo es Liverpool? Claro, tampoco se olvidan los Graeme Souness, John Barnes, Billy Liddell o los Jamie Carragher.
Además, ‘Stevie G’ demostró que en tiempos modernos aún existe la lealtad a una camiseta. Es un romanticismo quizá, pero siempre se agradecerá un futbolista que se formó, amó y respetó los colores de un solo equipo. En su mejor época tuvo para irse a dónde fuera, pero jamás dejó de ser el capitán a pesar de las vacas flacas y los fracasos.
También hay que ser honestos, le faltó ganar la Premier League y probablemente sea algo que marcará su carrera. Empero, esto no le resta el más mínimo de los méritos. Al contrario, repetimos que se pudo ir cuando Liverpool no era de lo mejor, pero jamás se le vio siquiera la intención de hacerlo.
Por supuesto, para ser una leyenda debió de entregar partidos épicos. Uno de los que más será recordados será en Estambul, en el año 2005. Un primer tiempo desastroso y una desventaja de tres goles era el escenario. El cambio: un gol regresando al segundo tiempo y un comando del equipo sublime para empatar las cosas, llevarlas a penales y coronarse campeón de la Champions League.
11 años más tarde, el eterno capitán da un adiós que puede ser un hasta pronto. Ha mostrado interés de seguir los pasos de Dalglish y quién sabe algún día dirigir a los Reds desde el banquillo. Mientras, la nota no deja de ser triste, sea cual sea el equipo de tu preferencia, puedes presumir que disfrutaste del futbol de Steven Gerrard.
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