Emigrando a los Estados Unidos en 1968 gracias a su carrera como fisicoculturista, Schwarzenegger se convirtió en un ícono para aquellos hombres que esperaban verse como él, literalmente una montaña de músculos.

Intentando tener éxito en el mundo del cine y la televisión, el gran despegue del austriaco llegó en 1984 con The Terminator. Si bien esto es una gran verdad, hubo una película dos años antes que capturó poderosamente la atención del público.

Basada en las novelas de Robert E. Howard, Conan The Barbarian fue todo un éxito en los cines de 1982. Tomando solo algunos elementos claves de la historia del Cimerio, actores como Charles Bronson, Sylvester Stallone y Williams Scott fueron tomados en cuenta para el papel de Conan.

Sin embargo, después de ver su participación en el documental Pumping Iron, Arnold Schwarzenegger se ganó el papel del Cimerio, ya que su figura era idéntica a una de las ilustraciones más famosas del personaje:

Además del austriaco, una de las voces más famosas del cine se unió para interpretar al némesis de Conan. James Earl Jones, conocido por ser la voz de Darth Vader, se transformó en Thulsa Doom, asesino de la tribu Cimeria y regente tiránico del mundo.

Iniciando filmaciones en octubre de 1980, gran parte del filme fue grabado en España, donde se contrataron a cientos de extras españoles para hacer del séquito de Thulsa Doom.

Dos años después los cines del mundo fueron conmovidos por la violenta historia de la Era Hiborea, donde el metal y la hechicería regían el mundo:

Juntando más de 100 millones de dólares, Conan The Barbarian fue un éxito sin precedentes que colocó el nombre de Arnold Schwarzenegger en el centro de la fama.

Después de esta película, Schwarzenegger se hizo aún más famoso al obtener el papel del cyborg asesino del futuro en The Terminator.

Mientras que Conan fue el papel que despegó su carrera, la producción fue todo un infierno para el austriaco.

Además de su intenso entrenamiento físico, con espadas y atletismo, el mayor reto para el austriaco fue corregir su habla e intentar mitigar su fuerte acento.

Raymundo y todo mundo lo ayudaron en este respecto, aunque hasta el día de hoy el buen Gobernator sigue tieniendo su característico acento.

Al ser prácticamente un novato, Schwarzenegger hizo la mayoría de sus acrobacias, lo que lo llevó a accidentarse varias veces. Desde ser atacado por uno de los perros “entrenados”, hasta casi romperse la espalda en una aparatosa caída.

Y no solo él fue víctima de accidentes, ya que su cooprotagonista, Sandahl Bergman, casi pierde el dedo al practicar con un extra, pues las espadas, a pesar de no ser de verdad, aún tenían cierto filo.

A pesar de que la película obvió varios de los elementos claves de las novelas de Howard, la trama simple, la violencia desmedida, la presencia de Schwarzenegger, y por supuesto, su increíble banda sonora (creada por el grandioso Basil Poledouris) la convirtieron en la película de hechicería y espadas por excelencia, misma que no ha podido ser replicada.

Ni siquiera por el buen Jason Momoa, quien físicamente se parece más a la visión de Rober E. Howard. Tal parece que nunca tendremos una versión tan buena del personaje como la que interpretó Schwarzenegger, quien el día de hoy cumple 70 añotes de edad.

Se rumora que el Gobernator podría retomar su espada en una nueva película de Conan, ya en su etapa como Rey, pero de momento no se ha dicho nada más acerca de esto.

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