Hay películas que logran transmitir la emoción que construye la premisa principal. En el caso de las historias en las que el futuro de la humanidad se encuentra en peligro, como las ya gastadas películas de zombies, su base se encuentra en la tensión que viven los personajes principales al intentar sobrevivir en un mundo hostil. No podemos considerar que estas cintas son “buenas” si simplemente logran hacer que las audiencias sientan y vivan esa tensión; sin embargo, es un punto importante para considerarla memorable o echarla al baúl (ya lleno) del olvido.

Una de las últimas películas dentro de esta misma línea es Bird Box: A ciegas de Susanne Bier protagonizada por Sandra Bullock y Trevante Rhodes. Esta producción de Netflix, si bien nos hace sentir la adrenalina de los personajes principales en varios momentos de peligro que sobresalen, no logra llegar a un clímax que la haga una cinta necesaria. Esto no quiere decir que lo demás sea desechable, de ninguna manera. Bird Box: A ciegas, como mencionamos, cuenta en su reparto con Bullock, una actriz que ha ido de las comedias románticas y los thrillers vagos, a ganar un Oscar y trabajar con directores reconocidos en el mundo como Alfonso Cuarón. 

La interpretación de Sandra Bullock como Malorie Shannon, así como el papel de Tom por parte de Rhodes, son uno de los mejores puntos a considerar en la cinta, pero tampoco logran soportar una historia tan complicada y caótica como la que se presenta:

‘Bird Box: A ciegas’
Sandra Bullock interpreta a Malorie.

Malorie es una artista embarazada y solitaria que no quiere ser madre. Antes de poder considerar cualquier posibilidad como la adopción para el bebé, Malorie se vuelve testigo del caos que comienza a consumir el mundo: una entidad que aparece en el ambiente, hace que las personas se suiciden. Basta “verla”, para que cualquier individuo busque quitarse la vida de cualquier forma.

¿La razón? Este monstruo enfrenta a las personas con sus peores miedos como la muerte de un ser querido, lo que provoca una reacción de miedo que termina en muerte. Malorie llega a una casa donde un grupo de personas se encuentran refugiadas e intentando comprender este fenómeno. De este modo, los sobrevivientes se ven obligados a cubrir sus ojos en todo momento…

La evolución del personaje de Malorie se presenta en tres tiempos distintos. El primero, cuando se desencadena todo el caos y las muertes; y el segundo, cuando está en la casa y conoce a Tom; y en tercer lugar, cinco años después del inicio de la epidemia cuando está  a cargo, sola, de dos niños. Esta parte de la narrativa de Bird Box: A ciegas, contada en distintas etapas, es interesante pero no lo suficiente como para atrapar a un público que hace unos meses había visto A Quiet Place, una cinta de John Krasinski donde las personas no deben emitir ningún tipo de ruido porque entre ellos hay unos monstruos ciegos que perciben el mínimo sonido y buscan destruir su origen; es decir, matan personas.

Malorie pasa de ser una artista encerrada en su propio mundo, a tutora de dos niños en compañía de Tom, un personaje que representa otro de los puntos positivos de Bird Box: A ciegas a pesar de que el potencial del mismo no logró explotarse a la altura. La película tiene escenas impactantes y momentos de tensión que, como mencionamos en un principio, llegan a las audiencias, también tiene momentos brillantes en cuanto a sus ideas y la forma en la que presentan una lucha interna por no ceder ante lo inevitable (la escena del bosque en la que Malorie pide que no toquen a sus hijos es una de ellas), pero en realidad, la historia quiere abordar tanto entre terror, thriller psicológico y romance, que no llega a un punto cumbre que potencie el centro de la historia: la amenaza de muerte sin explicación alguna.

‘Bird Box: A ciegas’
Foto: Netflix

Y aquí es donde encontramos un punto que mantiene, del mismo modo, a Bird Box: A ciegas en el limbo de la aprobación o rechazo. ¿Por qué ocurre esto?, ¿de dónde viene y cuál es su propósito?, ¿se trata de una enfermedad o una amenaza externa? En ningún momento, la película responde esta o cualquier otra pregunta, de ningún tipo, y no es que sea necesario conocer a detalle el origen de la trama (para todos aquellos que sólo van a ver el filme), sino que la presentación de la historia y todos los personajes es tan ingrávida, que parecen necesarias esas respuestas para encontrarle sentido.

Bird Box: A ciegas guarda un sentido de realidad que, nuevamente, se percibe a través del trabajo de Trevante Rhodes y Sandra Bullock, quienes filmaron cada escena con los ojos vendados, dándole cierto realismo a su personaje. Durante la entrevista de estos dos actores con sopitas.com, les preguntamos qué tan vulnerables, ansioso o aterrados se sintieron al filmar con vendas en los ojos, tal cual sale en la película.: “Todo eso. Bastante”, respondieron ante la idea que se convierte en duda, eso sí, de qué haríamos nosotros bajo estas circunstancias.

Al final, se trata de un thriller ya conocido que puede sorprender a más de uno de una manera positiva sin importar que se trate de una historia que suena interesante, pero que no logra transmitir su grandeza en la pantalla ni con la presencia de Bullock ni Rhodes.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

En 2017 entré a Sopitas.com donde soy Coordinadora de SopitasFM. Escribo de música y me toca ir a conciertos y festivales. Pero lo que más me gusta es hablar y recomendar series y películas de todos...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook