La industria del entretenimiento es complicada. Y no sólo hablamos de los miles y miles de actores, directores y guionistas que quieren hacer carrera y nunca consiguen una oportunidad, sino también de aquellos que están detrás de todo el proceso de creación como los animadores y caricaturistas…
A lo que vamos es que ellos se han enfrentado al acoso sexual, abuso de poder y violaciones con tal de conseguir una oportunidad que lleve su arte y talento a la pantalla. Y esto es lo que sucedió con el creador de The Ren & Stimpy Show, John Kricfalusi, quien ha sido señalado como un depredador sexual de menores.
En los noventas, dos adolescentes de apenas 13 y 14 años, eran fanáticas de la caricatura creada por el animador canadiense Kricfalusi. Ambas no sólo les gustaba la serie, sino también admiraban su trabajo, por eso decidieron acercarse a él… y así fue el comienzo de una historia a la que le siguió acoso sexual, estupro y posesión de pornografía infantil.
De acuerdo con una investigación de BuzzFeed News, Robyn Bird, una de ellas, le envió a Kricfalusi una carta en la que habló sobre su amor por las caricaturas y lo mucho que le gustaría trabajar como caricaturista en el futuro. Después de todo, Ren & Stimpy era uno de los programas más grandes de Nickelodeon en la primera mitad de la década de los 90. El canadiense le respondió la carta.
Lo mismo sucedió con Katie Rice a sus 14 años. Le envió una carta y comenzó una especie de relación por correo electrónico y teléfono entre ella y el hombre de 40 años. “Estoy loco por ti, Katie”. De acuerdo con el testimonio de Rice, nunca tuvieron contacto sexual, pero él le pedía que dijera cosas sexuales mientras se masturbaba.
Con las dos comenzó a tener contacto y las iba a ver, incluso fue al cumpleaños número 15 de Rice antes de que cortara comunicación con ella en 1997. La historia fue distinta para Byrd, pues ellos sí mantuvieron una relación física que la llevó a un internado de caricatura y animación en Spümcø Inc., empresa fundada por Kricfalusi. Después de que se graduó, comenzó a trabajar de manera formal en la compañía de animación.
De acuerdo con el mismo medio, el Spümcø se respiraba un ambiente sexual. Las caricaturas que creaban no tenían un perfil tan infantil y se permitían dibujar desnudos y cuestiones sugerentes. También reportan que en alguna ocasión, Kricfalusi mostró diversas fotografías de él teniendo sexo con Byrd.
Después de algunos años, cuando ella decidió irse, Kricfalusi comenzó a acosar a Rice y molestarla sexualmente. Aparecía desnudo mientras trabajaba y una vez la amenazó con que la debería violar. Todas estas acusaciones fueron negadas. Después de que Kricfalusi intentara violarla y Rice encontró pornografía infantil en su computadora, decidió marcharse. Una exnovia del animador, que pidió quedar en el anonimato, dijo que también había visto fotografías de adolescentes desnudas de entre 12 y 14 años.
En 2003, después de casi siete años de que la serie se había cancelado, The Paramount Network decidió lanzar un reboot de Ren & Stimpy pero una versión para adultos. La compañía responsable dijo que nunca recibieron quejas o reportes que acoso sexual por parte de Kricfalusi. Los mismo con Cartoon Network y Adult Swim. Ninguno sabía de la conducta sexual del caricaturista. Nickelodeon decidió no hacer comentario alguno.
La industria de la animación es bien conocida por ser una de las más cerradas con una mayoría de hombres en los mejores puestos. Basta pensar en otras caricaturas, la que sea, para descubrir que su creador es un hombre. Sin embargo, y a pesar de que parece que el #MeToo y el Time’s Up se ha ido desvirtuando de alguna manera, ambos representan la oportunidad perfecta para revisar el pasado y denunciar lo que ha sucedido a pesar de tener más de 20 años de historia.
La mayoría de los medios ha enfocado su atención en el cine, la televisión y, en menor medida, la música. Parece que ya se había olvidado que la caricatura y la animación, también forman parte de ello. A finales del año pasado, acusaron a John Lasseter, director creativo de Disney Pixar, de acoso sexual. Lasseter dejó su puesto de forma indefinida hasta que se resolvieran esas acusaciones que, por cierto, no han sido nombradas nuevamente.