El gobierno comunista de Vietnam del Norte se unió a un grupo de aliados de vietnam del Sur conocidos como el Viet Cong, comenzando una lucha contra el resto del gobierno del Norte junto a su mayor aliado, Estados Unidos, país que se autoproclamó como defensor de los intereses del mundo, o en otras palabras, defensor de las ideologías que le convienen a su país, pero pocas veces a su sociedad.

La guerra contra el comunismo por parte de la nación más poderosa del mundo, llegó a un límite cuando, como mencionamos, entró en conflicto con el Viet Cong, llevando sus tropas, dinero y armas al otro lado del mundo, a un clima que desconocía y que no respeto su calidad de “potencia mundial”. La historia que conocemos, no la de ellos, nos dice que fue un grave error. No en vano es llamada la “Guerra Americana” o la “Guerra contra los Americanos para salvar al mundo”.

Guerra de Vietnam / Getty Images

Este conflicto armado inició a mediados de la década de los 50, y dio paso a la famosa Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética en la década de los 60. Actualmente, esta vive un “segundo aire” con las acusaciones y referencias entre Donald Trump y Vladimir Putin, quienes han encontrado un posible escenario en la Venezuela de Nicolás Maduro.

Vietnam del Norte y el Viet Cong peleaban por un modelo comunista como el de China mientras su contraparte buscaba un modelo político de occidente, pero más americanizado. Las tropas estadounidenses comenzaron a llegar a Vietnam a finales de los 50 con un despliegue total para 1961 que se organizaron para los ataques cuatro años después en 1965. Para finales de los 60, se podría decir que había más tropas americanas en Vietnam que en cualquier otro conflicto. Conforme Estados Unidos se desplazaba, China y la URSS le daban armas al Viet Cong, quienes de a poco recuperaban su territorio.

Era obvia la derrota de Estados Unidos así como la negación frente a una guerra perdida. Los aliados del Viet Cong estaban más cerca del país que Estados Unidos, transportar armas era más sencillo. Además, como bien se sabe, un adversario en territorio extranjero, siempre lleva las de perder. Estados Unidos olvidó la lección de la Segunda Guerra Mundial y el ejército nazi. Estos intentaron llegar a territorio ruso, pero no estaban preparados para el invierno.

Mujer vietnamita / Getty Images

Sin embargo, la ventaja no sólo fue geográfica, sino también cultural. China, un país de oriente y el más grande del mundo junto a la URSS, un poderío que entiende los dos mundos dadas sus dimensiones. Estados Unidos, a la fecha, se define bajo una misma ideología que ha sufrido cambios mínimos en su sociedad, obligados por el efecto de la globalización, no en su estructura política ni militar. La guerra le salió cara a Estados Unidos con una baja de más de 50 mil soldados y millones de civiles de ambos lados. Para 1975, después de varias derrotas, el Sur estaba dominado por el Norte. América había perdido la guerra.

Varias producciones fílmicas han retomado esa etapa fatídica de la historia. Stanley Kubrick con Full Metal Jacket, Oliver Stone con Platoon, The Deer Hunter de Michael Cimino, Forrest Gump de Robert Zemeckis y Francis Ford Coppola con Apocalypse Now en 1979. Esta cinta, la cual se estrenó en el Festival de Cannes de 1979, ha protagonizado un debate en cuanto a si se trata de una de las mejores películas no sólo de la década, sino de la historia del cine. Para muchos, es tan abrumadora en cada uno de los aspectos de su producción, que pierde un primer valor fílmico. El final que no cierra la historia, también ha sido motivo de críticas. Pero para otros, quizá la mayoría, se trata de un filme meramente humano sobre uno de los periodos más horribles del siglo XX.

Sin embargo, resalta de entre las demás (Full Metal Jacket se lleva nuestros aplausos) por ser la primera película con un mensaje anti Vietnam, pero sobre todo por reconocer la culpa en la decadencia de sus tropas, es decir, sus traumas y las adicciones que la crueldad de una guerra innecesaria pueden traer.

Apocalypse Now sigue la historia del capitán Willard, quien es asignado en una misión de suma importancia en Camboya. Willard debe buscar al coronel Kurtz, un destacado miembro de la milicia que se volvió loco, reclutó algunos soldados y se refugió en las densas selvas del país del sudeste asiático donde realiza algunas operaciones extrañas. La imagen de Kurtz y la leyenda que existe a su alrededor, comienzan a ser peligrosas para un ejército que comienza a cuestionar su permanencia en Vietnam. Kurtz también es adorado como un dios por los lugareños y obedecen cada una de sus órdenes.

Antes de Willard, Colby había sido asignado para la misma misión de asesinar a Kurtz, pero este se unió a su pelotón y desapareció del radar del ejército. Willard corre el mismo riesgo, sobre todo porque ha vivido los horrores de la guerra y no se encuentra en un estado emocional adecuado para ningún tipo de misión. Pero en realidad, ningún soldado lo está, y eso lo descubre en su viaje a través de Vietnam para llegar hasta Camboya.

En su camino se encuentra con algunos personajes clave que demuestran lo inocuo de la situación y lo irreversible que resultó para la mayoría. Bill Kilgore es un entusiasta coronel, amante del surf, que pone a practicar el deporte después de echar kilos de napalm en la selva en su intento de encontrar armas del Viet Cong escondidas entre la gente. Nada tiene sentido y al mismo tiempo todo toma su lugar y su forma en Apocalypse Now.

En una de las escenas clave, Kilgore debe escoltar al grupo de Kilgore al río que los llevará a la selva de Kurtz. Se suben a varios helicópteros y comienza el ataque contra una villa de vietnamitas. De fondo se escucha “The Ride of the Valkyries” de Richard Wagner, conocido así al preludio del tercer acto de Die Walküre, la segunda de cuatro óperas que relatan El anillo de los Nibelungos, la obra germana por excelencia que se compara a El Cantar del Mío Cid de España y La canción de Rolando de Francia.

En el viaje, Willard descubre la fascinante vida de Kurtz, llegando incluso a admirar al hombre, pero la realidad de la guerra, la cual vive desde el río, no le permite perderse en el personaje. Francis Ford Coppola invirtió todo de sí en esta cinta. Coppola destinó casi 30 millones de dólares de su dinero en Apocalypse Now con un guión de John Milius. Este hombre buscó entrar a las filas del ejército en 1968, pero fue negado por problemas de asma. De aquí nació su obsesión por la guerra, los relatos de veteranos, y también surge la razón por la cual tomó como referencia Heart of Darkness de Joseph Conrad, consejo del mismo Coppola.

En un inicio, la película sería dirigida por George Lucas en blanco y negro y con un formato de documental muy similar al de La Battaglia di Algeri de 1966 sobre la guerra civil de Argelia. No obstante, se tardaron muchos años en hacer oficial la producción, y al final, Lucas abandonó el proyecto para embarcarse en uno nuevo: Star Wars. Coppola, ante la demora, decidió dirigir Apocalypse Now, un título que se burla de muchos aspectos, entre ellos la revolución cultural de 1968 comandada por los hippies y su búsqueda del nirvana. Coppola, para 1979, podía hacer lo que quisiera con sus películas. ¿La razón? El éxito comercial y en críticas de las dos entregas de El padrino de 1972 y 1974.

Martin Sheen fue el elegido para interpretar a Willard en Apocalypse Now después de haber hecho casting para Michael Corleone de El padrino. El papel había sido otorgado a Harvey Keitel, pero lo despidió Coppola seis semanas después por no llenar el papel. Junto a Sheen aparece Marlon Brando en el papel de Kurtz, el cual tenía pensado Coppola como un exmilitar en forma, pero Brando apareció subido de peso. Esto explica las tomas del actor siempre oscuras centradas en su rostro. Robert Duvall aparece como Bill Kilgore, personaje por el cual fue nominado a un premio Oscar; Harrison Ford, antes de ser una estrella, apareció en Apocalypse Now con un joven Laurence Fishburne, uno de los miembros que viajan en bote con Willard.

Contra todo, Apocalypse Now se convirtió en un éxito, reconocido en el mundo, que hizo dinero y recuperó algo de su inversión. En 1979, se llevó la Palma de Oro en Cannes compartida con The Tin Drum de Volker Schlondorff. En 1975, cuando Coppola decidió dirigir el guión de Milius para convertirla en un blockbuster, nunca pensó en las dificultades de una historia tan dramática y profunda como lo es esta. Apocalypse Now fue filmada en Filipinas, lo que complicó su rodaje sin olvidar el tifón al que se enfrentaron en la primera etapa de filmación. El proyecto fue tan profundo para Coppola y muchos de los que participaron, que el mismo director amenazó con suicidarse durante la filmación.

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