Los productores y participantes de ‘El juego del calamar: El desafío’ nos cuentan sobre este intenso reality

En 2021, el mundo se sacudió por completo con la llegada de una serie que nadie vio venir: El juego del calamar. En cuestión de días, esta producción surcoreana se convirtió en una de las producciones más vistas de Netflix, pero también en uno de los proyectos más exitosos en la historia del streaming. Un verdadero fenómeno global que nos tomó a todos por sorpresa, para ser honestos.

Y es que no exageramos, pues tanto el concepto como los elementos que vimos en esta historia (como los personajes, las máscaras, los juegos y más) rápidamente se volvieron en iconos de la cultura pop. Es por eso que a nadie le sorprendió cuando el gigante del streaming confirmó que ya estaba trabajando en una segunda temporada, pero también en otros proyectos para ampliar el universo.

Netflix por fin estrena ‘El juego del calamar: El desafío’

La primera de esas producciones que Netflix creó fue El juego del calamar: El desafío. ¿Y qué es eso? Bueno, pues se trata de un reality show donde vemos a un grupo de participantes comunes y corrientes (como nosotros) que básicamente, viven casi lo mismo que lo que pasaron los protagonistas en la serie surcoreana… así como lo leen.

Los concursantes deben pasar la gran mayoría de los juegos que aparecieron en la primera temporada de El juego del calamar (y otras pruebas que agregaron) para continuar en el camino por ganarse ni más ni menos que 1 millón de dólares. Aunque eso sí, a diferencia de la historia que vimos en el catálogo del gigante del streaming, aquí nadie pierde la vida ni sale herido. Nomás los eliminan y ya.

Aprovechando que este 22 de noviembre por fin se estrena El juego del calamar: El desafío en Netflix, tuvimos la oportunidad de platicar un rato con los productores y algunos de los participantes del reality show, quienes entre otras cosas nos contaron cómo fue que terminaron en esta producción y algunos detalles el enorme impacto que ha tenido la historia surcoreana de este lado del charco.

El impacto de ‘El juego del calamar’ para quienes están detrás de este reality

Como ya lo mencionábamos antes, nadie se espera el enorme éxito de El juego del calamar. Sin embargo, era imposible huir de esta serie porque en todos lados se hablaba de ella. Y eso mismo pasó con las mentes que están detrás de el reality show, en particular con Stephen Lambert, quien al ver las competencias que aparecen en los diferentes capítulos, echó a volar la idea de hacerlo en la vida real.

“Es un show que al verlo, inmediatamente te golpea en la cabeza. Es algo diferente y una visión bastante única que creó Hwang Dong-hyuk de ver el mundo en el que vivimos. Es una historia bastante intensa y en medio de todo eso también está la competencia. Lo inusual que encontré en la serie es que era un show exitosamente bien escrito y que los juegos que estaban ahí lucían muy ingenuos pero resultaron ser algo completamente distinto”.

“Y por supuesto que eso me llamó la atención, pues empecé a pensar cómo sería si pusiéramos a personas reales en esas competencias. Así que fue una gran sorpresa cuando Netflix se nos acercó para hacer un show con lo que tenía en mente, y espero que hayamos representado muy bien muchos de esos elementos que hicieron que la audiencia se enganchara con la serie”.

Lo complicado de llevar algo de la pantalla chica a la vida real

Algo que definitivamente llama la atención de El juego del calamar: El desafío, es el nivel de producción y detalle que le pusieron al reality. Y es que sin exagerar, los que estuvieron involucrados en este proyecto se nota que hicieron todo lo posible para que tanto los participantes como los concursantes sintieran que estaban viendo los mismos escenarios de la serie. Aunque eso sí, lograr eso no fue una tarea fácil, y eso nos contó el productor John Hay.

“El drama que crearon en la serie es simplemente increíble, porque a través de esos juegos llevas a los personajes a terrenos muy oscuros y al final, dejan ver en parte algo de la naturaleza humana y cómo son las personas cuando se encuentran bajo circunstancias similares. Creo que lo más complicado de este proyecto fue hacer que los espectadores se preocupen por una competencia de 446 participantes, porque ya sabes, dicen que en la televisión es complicado crear un drama alrededor de 20 personajes y seguir sus narrativas”.

“Aquí tenemos 446 personajes y en un programa que no tiene guión. Así que tratamos de concentrarnos en las personas que veíamos más activas o interesantes, a pesar de que hubiera chance de que fueran eliminados en el siguiente juego y eso nos obligara a buscar a nuevos jugadores en los cuales enfocarnos. Pero sí, eso es fue lo más complicado, tratar de contar la historia de cada uno de los participantes, darles seguimiento a través de la edición y arriesgarnos a que en cualquier momento quedaran fuera”.

“Cuando tienes que trabajar en drama, una de las claves es el factor sorpresa, tratar de encontrar esos momentos inesperados. Y eso va de la mano con la logística de los juegos, pues tuvimos a un gran equipo que construyó todos estos escenarios. Cada juego tiene sus propios desafíos, incluso las competencias que parecen sencillas como las galletas de Dalgona, tuvimos qué hacer 900 recipientes para prevenir cualquier error. Pero lo puedes ver en los ojos de los participantes, realmente logramos que entraran al mundo de la serie”.

Las personas que estuvieron dentro de la competencia

Quizá la parte más importante de un reality show son las personas que concursan, pues a través de su participación y convivencia dentro del programa, se van ganando el cariño u odio de las personas en casa. Sin embargo, una de las historias que nos dejó con el ojo cuadrado (sin spoilers) dentro de El juego del calamar: El desafío es la de Rick y Stephen, quienes nos contaron su experiencia en medio de este proyecto inédito.

“La primera vez que entré al set y vi todo lo que estaba por ahí, fue una verdadera locura. De alguna manera me hizo regresar a mi niñez, donde solo quería jugar y pasarla bien. Pero estar rodeado de todas estas personas fue muy intenso. Ya sabes, tener que competir pero también conocer a tanta gente tan diferente fue un enorme trabajo. Y sí, fue una verdadera locura todo lo que tuvimos que pasar, pero resultó ser algo genial, aunque no voy a mentir que algunas partes fueron muy complicadas”.

Mencionó Stephen sobre lo que vivió en ‘El juego del calamar: El desafío’.

“Creo que lo más complicado de participar en este show en específico fue estar preparado para el siguiente desafío aunque no lo entendieras. Me gustan esta clase de retos, me encanta formar parte del mundo de ‘El juego del calamar’, soy fan de las comidas malas y la intensidad de competir. Porque vi la serie muchas veces antes de saber que yo podría participar. Lo más difícil fue prepararme en tan poco tiempo para esto y trabajar en ello, al menos los retos que aparecían en la serie los practiqué en mi casa para tener un poco de confianza. No fue una pesadilla, yo lo describiría como un placer formar parte de esto”.

Declaró Rick, uno de los participantes a seguir en este reality.

Las enseñanzas que deja participar en un proyecto como este

Más allá del dinero y la fama que pueda traer concursar en un reality show, aunque no lo crean, los participantes de El juego del calamar: El desafío se sienten más que afortunados por aparecer en el programa. Pero específicamente para Rick, todo esto fue muy especial porque gracias a la competencia pudo demostrar de lo que era capaz a su edad.

“Entré al programa de 69 años y me di cuenta que podía competir de manera fuerte y constante con personas más jóvenes o grandes que yo. ¿Y sabes qué es lo mejor de todo? Que derroté a la mayoría de ellos. Y me demostré a mí mismo de lo que era capaz, porque siento que muchas veces para conseguir lo que deseas, uno de los principales obstáculos somos nosotros y lo que tenemos en la cabeza”.

“Creo que hice todo bien y no me lo esperaba, porque de hecho esperaba que personas como Stephen fueran los jugadores principales, pero muchos de ellos perdieron en el juego de ‘luz verde, luz roja’. Me siento muy bien por lo que logré en la competencia”.