Detrás de todo genio o una mente maestra, hay una persona fiel y apasionada. Ese alguien, que generalmente permanece oculto, puede representar un apoyo emocional, o bien, un cómplice profesional que sirve como base para explotar el talento de la persona que siempre se lleva el crédito, la mayoría de las veces bien merecido.
Por eso, no es de extrañarse que Stanley Kubrick, una de las mentes más brillantes del cine, tuviera siempre como colega y compañero al poco conocido Leon Vitali. Pero, ¿de quién se trata y por qué es considerado como una de las pocas personas que llegó a conocer al Stanley real? El nuevo documental de Toni Zierra, Filmworker, revela su trabajo junto al legendario director.
Vitali fue el asistente personal de Kubrick durante más de 30 años. En otras palabras, estuvo presente en una gran parte de sus producciones que incluyen Barry Lyndon de 1975, en la cual interpreta al atormentado Lord Bullingdon; The Shining en 1980; Full Metal Jacket de 1987; y Eyes Wide Shut en 1999. A partir de su participación en Barry Lyndon, Vitali dedicó su vida a la obra de Kubrick de una forma tan devota, que a la fecha sigue sorprendiendo a muchos de los colaboradores del director.
“Querido Leon. Gracias por tu gran talento, energía y generosidad. Sinceramente, Stanley”, fue una de las notas que Kubrick escribió a Vitali que demuestra la complicidad entre ambos y cómo el trabajo de este británico salió de la actuación y llegó detrás de escenas como director de casting, location scouter –persona responsable de encontrar las locaciones–, ingeniero de sonido… incluso se convirtió en uno de los entrenadores de varios actores para llevar sus personajes al límite.
De los mejores ejemplos es su trabajo con Danny Lloyd, quien dio vida a Danny Torrance. “Fue mi maestro de actuación”, comenta Lloyd en el documental. También trabajó junto a R. Lee Ermey, quien ofreció en Full Metal Jacket una de las actuaciones más icónicas como el sargento Hartman.
Filmworker es la primera vez que se reconoce el gran trabajo de Leon Vitali, una de las pocas personas que conoció de verdad al genio obsesivo con los detalles y, al mismo tiempo, la persona fuera del lente de director. La cinta se estrenó el año pasado en Cannes.