El mundo artístico en México está de luto. La tarde de este sábado 11 de marzo, se dio a conocer la muerte de Ignacio López Tarso, uno de los más grandes actores de televisión, cine y teatro en nuestro país. El actor falleció a los 98 años de edad.

Horas antes de su muerte, se reportó que el actor estaba hospitalizado en estado delicado. Su hijo Ignacio Lopez Aranda reportó que ya no podía comer ni hablar. Su muerte fue confirmada por el IMCINE con una frase de la que quizá fue su más icónica pellícula: Macario.

Murió Ignacio López Tarso

Sin duda, y como lo decíamos, Ignacio López Tarso es uno de los actores más importantes en el medio artístico en nuestro país, protagonizando varios filmes destacados a nivel internacional como Macario o La sombra del caudillo, distintas producciones para la televisión de gran éxito como El derecho de nacer o Senda de gloria, y desde luego, su participación en teatro con obras como La Celestina o Don Juan Tenorio.

Ignacio López Tarso en 2018 / Foto: Getty Images

Primer actor, Ignacio López Tarso

Ignacio López López nació el 15 de enero de 1925 en la Ciudad de México. Su padre trabaja en el servicio postal, por lo que pasó su infancia en distintas ciudades alrededor del país. Una de ellas fue Guadalajara, donde se acercó a una carpa con un espectáculo teatral.

Su primer acercamiento a la actuación de dio mientras estudiaba en un seminario católico (la falta de dinero en su familia lo obligaron a estudiar bajo este formato), esto tras unirse a un grupo de teatro donde se acercó a los clásicos del Siglo de Oro español y distintos poetas.

Ignacio López Tarso dejó los estudios para el sacerdocio y también una carrera en la milicia. Por lo que se movió a Estados Unidos para trabajar como bracero, pero una fuerte lesión en la espalda hizo que regresara a México. Fue así como en 1949, ingresó a la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) por invitación de Xavier Villaurrutia, quien antes lo había invitado a un curso para luego inscribirse de manera formal en la Academia.

Ya estando aquí, se convirtió en alumno de otras figuras literarias y teatrales más de la talla de Salvador Novo, Xavier Rojas, Seki Sano, Celestino Gorostiza, Clementina Otero, Fernando Torre Lapham, entre otros. Fue el mismo Villaurrutia quien le sugirió cambiar su nombre para dejar uno de sus López por Tarso (por el apóstol Pablo de Tarso).

Sus inicios en el teatro

Un año después (en el mismo año de la muerte de Villaurrutia), en 1950, Ignacio López Tarso debutó en el teatro dentro de la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo en una representación de Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare. En 1951, participó en Nacida ayer de Garson Kanin.

Esto dio paso a que también formara parte de la compañía de Teatro Clásico de México en donde en 1953, Álvaro Custodio le dio chance de participar en Las mocedades del Cid de Guillén de Castro en el teatro del Instituto Francés de América Latina (IFAL). Entre sus más grandes colaboradores en el mundo del teatro está Sergio Magaña, Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández, y desde luego, Seki Sano.

Ignacio López Tarso en una lectura de ‘Cien años de soledad’ / Foto: Cuartosucro

Incursión de Ignacio López Tarso al cine

En 1954, Ignacio López Tarso hizo su incursión al cine con su primera película. Se trata de  La desconocida de Chano Urueta donde dio vida a un inspector de la policía. Pero en varias ocasiones, Ignacio López Tarso dijo no haberse sentido satisfecho con la experiencia.

En los años siguientes participó en algunas películas que no tomaron mucha relevancia. Fue hasta 1957 que fue llamado para formar parte del elenco de Nazarín bajo la dirección de Luis Buñuel en un papel secundario. Su trabajo dejó impresionado al director español y dio paso, sin duda, a la construcción se su carrera como una de las figuras más destacadas de la Época de Oro del cine mexicano.

Fue así como comenzaron a llegar nuevas oportunidades. Y un par de películas después, Ignacio López Tarso tomó su primer protagónico en 1959 con Macario de Roberto Gavaldón y la fotogtrafía de Gabriel Figueroa. Con Gavaldón creó una enorme mancuerna en películas destacadas como Rosa Blanca de 1961, Días de otoño del 62, El gallo de oro de 1964 y La vida inútil de Pito Pérez del 1969.

Ignacio López Tarso en ‘Nazarín’ de Luis Buñuel / Foto: Manuel Álvarez Bravo / Twitter

Macario

Macario fue la que le dio notoriedad internacional. Se trata de la primera película mexicana en llevarse una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera. También formó parte de la Selección oficial en el Festival de Cannes en 1960.

Aquí, Ignacio López Tarso interpreta a un indígena durante la colonia que cansado del hambre y la pobreza, desde comerse un pavo él solito para el Día de Muertos. No quiere compartirlo con nadie, ni siquiera con su familia. Su esposa finalmente le cocina uno. Pero insistimos, Macario no lo quiere compartir, por lo que se lleva el banquete lejos de su hogar.

También tiene un primer encuentro con el Diablo, quien le pide un pedazo del pavo. Macario se niega argumentando que algunas propiedades no le van a quitar el hambre ni lo van a sacar de la pobreza. Luego, el protagonista se encuentra con Dios, pero Macario no quiere compartir su comida.

‘Macario’ fue nominada al Oscar en 1961 como Mejor Película Extranjera en representación de México. / Foto: Cineteca

Es hasta su encuentro con la Muerte que Macario comparte el festín. La Muerte, en agradecimiento, le ofrece un frasco con agua que puede curar enfermedades. Después de esto, Macario regresa a casa y utiliza el agua en su hijo para evitar que muera, cosa que le da fama en la zona de “curandero” y “milagroso”.

El agua le trae fama, algo de dinero y mucha comida, pero también lo somete a un juicio por la Santa Inquisición en el que es acusado de brujería. Macario intenta escapar, pero sólo se enfrenta al destino de todos: la Muerte, a lo que nadie puede escapar. Al cierre del filme, Gavaldón nos muestra una escena en la que Macario está muerto en medio del bosque con la mitad del pavo devorado. ¿Todo fue un sueño?

Una carrera de 70 años

Ignacio López Tarso trabajó con los directores más importantes en México del siglo XX. Ya mencionamos a Luis Buñuel y Roberto Gavaldón, pero su filmografía integra los nombres de Ismael Rodríguez, Julio Bracho, Juan Ibáñez, Jorge Fons, Miguel Sabido, Miguel Zacarías, Alberto Isaac, Luis Alcoriza, Carlos Enrique Taboada, José Estrada y Arturo Ripstein.

Otras películas destacadas de Ignacio López Tarso con La sombra del caudillo de 1960 de Julio Bracho. Esta cinta está basada en la novela de Martín Luis Guzmán, la cual fue escrita durante el exilio del escritor.

Tras su publicación fue censurada, pues relataba uno de los acontecimientos más oscuros en la historia de la política en México: el asesinato del general Francisco R. Serrano orquestado por el caudillo Álvaro Obregón, quien contaba con el apoyo del presidente Plutarco Elías Calles.

Ignacio López Tarso da vida al general Hilario Jiménez en ‘La sombra del caudillo’. / Foto: FICM

La sombra del caudillo llegó a manos de Julio Bracho, quien pidió el permiso del escritor para hacer una adaptación. La cinta fue censurada, y fue hasta 1990 que se proyectó por primera vez, pero con mucha discreción. En el filme, López Tarso da vida al general Hilario Jiménez.

Otras películas por mencionar son Los hermanos Del Hierro (1960) y El hombre de papel (1963) de Ismael RodríguezJuana Gallo (1961) de Miguel Zacarías; Tarahumara (1965) de Luis Alcoriza; Pedro Páramo (1966) de Carlos VeloLas visitaciones del diablo (1968) de Alberto Isaac; Los albañiles (1976) de Jorge FonsEl otro (1984), de Arturo Ripstein.

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