Este jueves 9 de diciembre, se reportó la muerte de Lina Wertmüller a los 93 años. De acuerdo con algunos medios italianos, la aclamada directora murió en su hogar de manera tranquila junto a sus hijas y seres queridos. Lina fue una de las directoras, escritoras más aclamadas no sólo del cine, sino también del teatro. Por lo que su muerte ha generado un fuerte impacto en la industria.
Nacida en Roma en 1928, primero se interesó por el teatro y la lectura de cómics. Entró al mundo del cine cuando tuvo la oportunidad de conocer a Federico Fellini, de quien fue asistente durante el rodaje de 8½ in 1963. Ese mismo año, debutó como directora con The Basilisks, por la cual recibió una nominación por Dirección en el Festival de Locarno.
Lina Wetrmüller y el Oscar de 1977
En 1972 llegó por primera vez a Cannes con Mimì metallurgico ferito nell’onore (Mimi metalúrgico herido en el honor), y a partir de ahí, construyó una relación cercana con el festival que trajo consigo más películas aclamadas a nivel internacional como Film d’amore e d’anarchia o Travolti da un insolito destino nell’azzurro mare d’agosto.
Esta última, mejor conocida como Swept Away, fue uno de sus títulos más exitosos y conocidos. En 2002, por ejemplo, Guy Ritchie trabajó en un remake junto a Madonna que recibió críticas negativas, pero trajo de vuelta la conversación sobre el trabajo de Wertmüller y su impacto. Por esta misma cinta, Lina Wertmüller triunfó en el el circuito de Nueva York.
En 1977, se convirtió en la primera mujer en recibir una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Dirección por Pasqualino Settebellezze (Pascualino Siete Bellezas). La estatuilla de la Academia se la llevó John G. Avildsen por Rocky, pero sin duda mostró el lugar que ocupaban (y ocupan) las mujeres directoras en la industria. Ese mismo año también la nominaron por Mejor Guion Original.