Por: Wookie Williams

Wonder Woman fue un éxito en más de un sentido. A DC le urgía una película que no sólo les dejara dinero, sino que la crítica respetara, tuviera contentos a los fans y que pudiera servir para de verdad arrancar con su universo cinematográfico, después de que ni Man of Steel, ni Batman v. Superman ni Suicide Squad pudieran hacerlo apropiadamente.

Gal Gadot y Wonder Woman palomearon todas las casillas: debutó con 100.5 millones de dólares en Estados Unidos y 122.5 millones de dólares en el resto de los países en los que debutó (incluidos 153 millones de pesos en México, o sea, unos 8 millones de dólares), la crítica la amo y al día de hoy mantiene 93% de frescura en el sitio Rotten Tomatoes, mientras que en Metacritic y IMDB tiene calificaciones de 76 y 8.3 (en comparación, Batman vs. Superman tiene 44 y 6.7 en los mismos sitios), y el tono de la película sugiere que tal vez DC encontró el camino para que sus películas no sean el festival de oscuridad, depresión e incongruencia al que nos había acostumbrado.

Pero la importancia del éxito de Wonder Woman no radica en que un estudio va a conseguir mucho dinero ni en que las siguientes películas de unos tipos mamados van a estar mejor que las películas previas de los mismos tipos mamados. Su importancia está en lo que Wonder Woman, como personaje, puede lograr en el mundo real, derribando estereotipos y creando algo que va más allá de una pantallota.

Póster - Wonder Woman

Para empezar, Patty Jenkins, su directora, tuvo el debut más grande para una cineasta mujer en la historia, luego de haber dirigido la película con mayor presupuesto para, otra vez, una mujer, con unos 150 millones de dólares, que fue lo que le costó hacer WW. Y, francamente, tenía la muy complicada tarea de tomar una historia de Zack Snyder y convertirla en algo brillante, mientras que inventaba una nueva ruta para DC sin tirar a la basura lo que Snyder había hecho previamente. Concedo que la película no es perfecta y tiene un montón de vicios, probablemente creados desde el guión y lejos del control de Jenkins, pero es fácilmente la mejor película del “otro” universo cinematográfico de cómics.

Jenkins está en una lista muy corta de mujeres al frente de películas, junto con Kathryn Bigelow, Soffia Coppola, Ava DuVernay, Stacey Title y otras cuantas directoras que están detrás de la cámara de apenas el 15% de todas las producciones Hollywoodenses. Con tantas mujeres tan talentosas dirigiendo películas exitosas, innovadoras y buenas, debería venir un cambio en esa cifra, comandado por el triunfo de Patty Jenkins.

Pero en un plano más emotivo y trascendental, Wonder Woman está logrando mucho más. La representación de las superheroínas, en la que Marvel apenas se ha querido meter con Black Widow (quien no tiene programada una película para ella sola), y en la que DC francamente lo había hecho terrible con su versión de Harley Quinn (explícitamente misógina y cuyo principal atractivo eran sus muy cortos shorts), dio un giro absoluto con esta película. Wonder Woman no es una chica fuerte en un mundo de hombres. Es la persona más capaz, mejor motivada, más fuerte y con mejores ideas en un mundo en el que los hombres son su complemento, no alrevés. Wonder Woman te hace preguntarte para qué necesitaríamos a Superman y a Batman peleándose como niños cuando Diana Prince puede arreglar cualquier problema.

Esta Wonder Woman no tiene que justificar sus acciones más allá de decir “lo hago porque es lo correcto”, no nos tienen que explicar por qué una mujer puede ser así de fuerte o de valiente o de fregona. Su agenda es por el bien común, por la humanidad; es inocente pero nunca ingenua, es fuerte, determinada, poderosa y probablemente demasiado chingona para este mundo. Es increíblemente sexi sin la necesidad de estar sexualizada para la audiencia masculina. Gal Gadot es hermosísima y está perfectamente elegida para el personaje, pero al listar sus cualidades, su belleza estaría como en sexto o séptimo lugar. Wonder Woman no es increíble para ser mujer. Es increíble. Punto.

Esos son los estereotipos que se necesitan en personajes de películas que va a ver todo el mundo, que dejan una huella que no podemos ver hoy, pero que vamos a ver muy pronto.

La importancia de que Wonder Woman haya sido un éxito es que este personaje, que verán millones, es en el que todos podemos aspirar a convertirnos.

 

 

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