“¿Quién entiende el dolor y la humillación mejor que las mujeres”, dice sobre el escenario Midge Maisel en uno de sus stand ups. Ella, una mujer judía que solía ser ama de casa y que de la nada su vida cambió completamente para convertirse en una comediante y mujer que lucha por obtener su libertad o mejor dicho, por hacer algo que descubrió que le apasionaba hacer (y en lo que además tenía un talento nato). The Marvelous Mrs. Maisel es una serie de televisión original de Amazon Prime escrita y producida por Amy Sherman-Palladino —la mente detrás de Gilmore Girls—. Esta producción, más allá de enfocarse 100 por ciento en la comicidad, es una de las creaciones más mordaces y críticas.

Ambientada a finales de los 50 y principios de los 60, The Marvelous Mrs. Maisel aborda temas que aquejaban a la sociedad, especialmente a las mujeres y a los comediantes de esa época de una manera completamente distinta a la que nos acostumbró Mad Men, una de las mejores series que han habido en los últimos años y cuyo final no le hizo justicia, pero que aún así logró colocarse como un obligado de aquellos amantes de la fotografía, vestuario, actuaciones y sobre todo, de los comerciales de marcas estadounidenses exitosas que consumimos hoy en día. 

Para aquellos que no sepan qué es Gilmore Girls o Amy Sherman-Palladino, es importante dar un poco de contexto, ya que Amy fue la encargada de dar vida a dicha serie, cuya fama yace precisamente en sus diálogos repletos de referencias de la cultura pop, literatura universal y música, así como de historia y acontecimientos políticos y sociales de Estados Unidos. Además otra característica de este show de televisión es que sus diálogos son increíblemente rápidos. Lorelai y Rory Gilmore solían caracterizarse por hablar a una velocidad impresionante. En menos de un minuto vociferaban tantas críticas, referencias y humor negro como les era posible. Fue precisamente eso lo que hizo famosa a la serie, más allá de manejar una relación madre-hija, problemas de adolescentes o de una madre soltera. Hoy, con The Marvelous Mrs. Maisel nos encontramos con algo similar pero que al mismo tiempo es mucho más complejo. He ahí el éxito y las múltiples nominaciones tanto a los Emmy, Golden Globes o Screen Actors Guild Awards de este año y del próximo.

The Marvelous Mrs. Maisel está inspirada en las primeras comediantes que hubo en Estados Unidos: Joan Rivers y Totie Fields, quienes se abrieron camino principalmente en Nueva York. También hace mención a otros comediantes destacados de la época como Lenny Bruce —uno de los grandes amigos de Midge dentro de la trama— y Bob Newhart. 

Con esto como premisa, pasemos a la historia, que como ya mencionamos anteriormente, habla de Miriam ‘Midge’ Maisel (Rachel Brosnahan), una ama de casa judía que apoya y ama a su esposo, Joel Maisel (Michael Zegen), hijo de un empresario judío cuyo trabajo odia ya que en realidad lo que él quiere es dedicarse a la comedia. Midge, como buena esposa, lo acompaña todas las noches a The Gaslight, un bar en el corazón de Nueva York donde Joel hace sus stand ups. Una noche algo sale mal y él le confiesa que la engañó con su secretaria y la deja. El resultado: Una Midge completamente destrozada, sin saber qué hacer ni a dónde ir.  ¿Su solución? Hablar. Pero no hablar de cualquier forma, sino en el mismo lugar donde se “acabó su vida”. Ahí, en ese bar, frente al escenario, en pijama, Midge comienza a hablar de su matrimonio fallido, de que la secretaria por la cual la dejó su esposo ni siquiera sabe cuál es la punta de un lápiz y es en ese momento cuando Susie Myerson, encargada de The Gaslight, observa el talento nato de Midge para el stand up. Una vez que Midge acepta que la comedia es su pasión, decide emprender una carrera como comediante bajo el management de Susie, quien se convierte no solo en su representante, sino en su amiga. 

Actualmente The Marvelous Mrs. Maisel lleva dos temporadas, la primera consta de ocho capítulos mientras que la segunda de 10. IMDB se ha encargado de darles buenas calificaciones pero, más allá de un simple número, es importante mencionar varios puntos por los cuales esta es una de las producciones que valen la pena ver. Si hasta ahora no has quedado completamente intrigado, a continuación te dejamos algunas cuestiones que te harán tener en el radar esta producción de Amazon Prime.

Una historia simple pero con diálogos y referencias complejas

Si hay algo que tienen las series de Amy Sherman-Palladino es que no puedes distraerte ni un solo momento. Como ya mencionamos, en cada diálogo Amy emplea múltiples referencias políticas, culturales, sociales, literarias y musicales. Si das un pestañeo o volteas entonces no entenderás el chiste que los personajes dicen de una manera bastante sutil e incluso crítica. 

En un momento pueden estarte hablando del Holocausto, de cómo “sobornaron al rabino” para que asistiera a la cena de Yom Kippur (o Día de la Expiación, perdón y arrepentimiento sincero), de cómo es que Parsons era un “perdedor” por no comprar las pinturas más importantes de alguna exposición o de los principales personajes del expresionismo abstracto como Franz Kline, Robert Motherwell y John Lambert, de activistas sociopolíticas como Jane Jacobs; en otro te piden que votes por John F. Kennedy o bien, te están hablando en francés del nihilismo moral, mereológico, composicional y las piezas de Rodin y Beuret.

El papel de las mujeres en los 60 y la era del #MeToo

Este es un tema inevitable de tocar. Y es que desde 2017 la crítica a el papel de las mujeres en Hollywood incrementó tras el destape de Harvey Weinstein y sus abusos sexuales y de poder. Desde entonces muchas personalidades del medio artístico comenzaron a alzar la voz, a exigir salarios equitativos, a pedir igualdad en un mundo donde en pleno siglo XXI los hombres siguen imperando. 

En The Marvelous Mrs. Maisel Amy Sherman-Palladino vuelve a mostrar su feminismo pero de una manera sutil e inteligente. Lo coloca dentro de situaciones mundanas y cotidianas para luego tratarlas con humor negro. Un ejemplo es el de Midge y cómo es que se abre camino en el mundo de la comedia y sobre todo del stand up. Tal como Mad Men nos lo presentó durante ocho años (de 2007 a 2015), en los 50 y 60 el mundo le pertenecía a los hombres. Las mujeres únicamente podían ser secretarias o amas de casa y, cuando querían tener un rol mayor los hombres se los impedían. Para el caso de The Marvelous Mrs. Maisel ocurre lo mismo. Midge no puede contar anécdotas de las mujeres, su periodo o lo que es estar embarazadas dado que son “temas tabú”. 

A las mujeres tampoco se les dan las mismas oportunidades laborales, y con esto no solo nos referimos a Midge, sino a todos los roles fememeninos que aparecen dentro de la serie. Por ejemplo Rose Weissman, la madre de Midge. Ella es una francesa radicada en Nueva York acostumbrada a tener libertad, a poder expresarse de cualquier tema y también a tomar clases, sin embargo en Estados Unidos no puede hacerlo y por ello su esposo, Abe, tiene que pedir favores dentro de la universidad de Columbia para que ella pueda estudiar. En el caso de Susie Myerson, la discriminan por su aspecto y no le dan las mismas oportunidades que a los hombres incluso cuando ella es una mujer aguerrida. 

Las mujeres en esa época buscan independizarse, encontrar su identidad y libertad de expresión. A pesar de que tienen licenciatura terminan por volverse amas de casa, ya que las oportunidades laborales en ese entonces eran prácticamente escasas. De ahí es que comienzan las marchas para poder alzar la voz, para poder tener aunque sea unas cuantas oportunidades en la vida, para poder vivir igual que los hombres.

Vestuario, ambientación y fotografía

Dicen que el diablo está en los detalles, y en el caso de The Marvelous Mrs. Maisel Sherman-Palladino cuida absolutamente cada uno de ellos. Aquí no vemos las televisiones ostentosas, los autos último modelo y la cosmopolita Nueva York sino todo lo contrario. Amy nos apega un poco a la vida mundana que se vivía en esa época con un café sencillo, underground. Vemos el Empire State únicamente en un episodio y después saltamos a París, sus mercados, la música en las calles, los bailes a la orilla del Sena. También recorremos los pasillos de Columbia, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, vivimos en una casa que en realidad es un departamento lujoso con sirvientas de Europa del Este, y trabajamos en una tienda departamental o en una fábrica judía de ropa. 

Los colores también tienen un papel fundamental, ya que cuando se está en París son más cálidos, pero cuando estamos en Nueva York se tornan fríos. Si estamos en el verano en Catskills son tonos pastel, pero si estamos en televisión son más vivos o si es una noche de stand up todo es más oscuro e íntimo. Algunas escenas son grabadas en picada, otras son panorámicas, los acercamientos son clave para expresar los sentimientos y los encuadres casi perfectos a la hora de mezclar personaje + paisaje. 

Lo mismo ocurre con el vestuario, que prácticamente va a tono con los colores y que combina de pies a cabeza con los actores y actrices. Desde los incontables sombreros que usa Midge hasta el estilo tomboy de Susie o el estilo bohemio de Abe (en la segunda temporada) y los peinados extremadamente cuidados de las mujeres.

Actuaciones

De esto no hay más que decir excepto que fue el destape de Rachel Brosnahan (Midge Maisel) como actriz multifacética. Ella, además de hablar increíblemente rápido y seguirle el paso a los diálogos de Amy Sherman-Palladino, también puede ir del drama a la comedia sin pensarlo. Es linda, carismática, y refleja el dolor, placer y enamoramiento. No se siente que en realidad esté actuando y en el caso de Michael Zegen (Joel Maisel) es exactamente lo mismo. Todos los roles principales dentro de la serie son tan bien ejecutados que no se siente que estén actuando, sino que más bien fueron grabados dentro de alguna situación.

Por otra parte hay que reconocer el talento de los primeros actores o mejor dicho, de los roles “viejos”. En un lado está Alex Borstein (Susie Myerson). Ella en un principio audicionó para el rol de Sookie en Gilmore Girls, pero únicamente se quedó como la “chica del arpa” en la primera temporada. Ahora finalmente ha obtenido el papel de actriz de reparto para plasmar toda esa rudeza y fuerza que tiene su personalidad. Después está Tony Shalhoub (Abe Weissman), mejor conocido por su papel en Monk, quien tiene un largo camino recorrido dentro de las series de televisión y el cine. Para el caso de Marin Hinkle (Rose Weissman), es la actriz que durante 12 años dio vida a Judith Harper, la exesposa de Alan Harper en Two And a Half Men. Hoy deja la comedia simple y un tanto boba para dar vida a una madre judía y ama de casa francesa. Este rol, más allá de avejentarla, la hace salir de su zona de confort y mostrar sus habilidades en la francofonía y como actriz misma.

Música

Como ya lo hemos dicho con otras series de televisión como Sharp Objects, la música resulta la cereza del pastel para poder atraer a la audiencia y, tal como lo vimos en Gilmore Girls —donde las referencias eran un poco más contemporáneas—, aquí tenemos a los clásicos de la época de los 50 y 60. En algunas escenas escuchamos a Barbra Streisand, Peggy Lee, Frank Sinatra, The Barry Sisters, Ella Fitzgerald, Édith Piaf, Nat King Cole, Nina Simone, Marvin Gaye o Elvis Presley pero al mismo tiempo tenemos otras mucho más “modernas” que le dan el toque justo al momento o que sirven para rematar alguna problemática. He ahí cuando comienza a sonar “Rebel Rebel” de David Bowie, “Opportunities (Let’s Make Lots of Money)” de los Pet Shop Boys, “Dance This Mess Around” de The B-52’s o bien, “Cities In Dust” de Siouxsie And The Banshees. No hay ninguna canción puesta a la ligera, y ésta, de manera implícita toma su propio protagonismo. 

Actualmente The Marvelous Mrs. Maisel está nominada a tres Golden Globes en las categorías de Mejor Serie de Televisión Musical o Comedia, Mejor Actriz de Reparto en una Serie de Televisión Musical o Comedia (Alex Borstein) y Mejor Actriz en una Serie de Televisión Musical o Comedia (Rachel Brosnahan). De estas tres, dos le fueron otorgadas este año —Mejor Serie y Mejor Actriz—, así que es una de las favoritas a ganar en 2019

También se espera que el próximo año llegue la tercera temporada, y si todavía no la has visto, puedes encontrar las dos temporadas en Amazon Prime, donde te permite descargarla para verla desde tu celular.

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