Buena idea…
Mala Idea…
Luego de ver las suertes mortales que se avienta el bragado Manuel Velasco, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) no pudo más que (pitorrearse) reconocer que eso de la charrería no puede ser practicado por cualquiera… así que, gracias a los que sí le saben y la realizan con maestría, este deporte/espectáculo ha sido declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Para la Unesco es de destacar que la charrería es un arte que se transmite de generación en generación y en el que mujeres y hombres muestran “su destreza en las diferentes suertes de arrendar y jinetear yeguas y toros cerriles”. Además de esto, se destaca que el arte ecuestre mexicano es “un elemento importante de la identidad y el patrimonio cultural de las comunidades depositarias de esta tradición y constituye para ellas un medio para transmitir valores sociales importantes a las nuevas generaciones”.
Niños, no lo intenten sin la supervisión de un adulto…
Luego de un proceso de cerca de tres años, fue ayer cuando se decidió inscribir a la práctica nacional como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial para la Humanidad, esto por un comité intergubernamental formado por 24 países firmantes de la Convención de la UNESCO y reunido en Adís Abeba (capital de Etiopía) desde el lunes pasado.
Con la charrería, ya son ocho las manifestaciones inmateriales que han sido distinguidas con el reconocimiento del organismo internacional. Anteriormente habían sido declaradas patrimonio de la humanidad expresiones como el Día de Muertos, la gastronomía, el Mariachi, los Parachicos, los lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomíes-chichimecas de Tolimán, la Pirekua (uno de los géneros musicales propios del pueblo P’urhépecha del estado de Michoacán) y el ritual de los Voladores de Papantla.