Una iglesia con más de dos siglos de antigüedad fue protagonista de una de las películas más importantes del Cine de Oro en México. Medio siglo después la visitamos para descubrir que el tiempo no ha pasado en ella.
1. Siguiendo la huella de los huastecos
Soy de esas personas que disfrutan las películas de Pedro Infante. No importa si ya las vi decenas de veces, este tipo de cine nunca me cansa. Sin embargo, mi favorita siempre fue “Los Tres Huastecos”, en la que este actor y cantante mexicano interpretó tres papeles diferentes.
La trama de esta película gira alrededor de tres hermanos que tuvieron que ser criados por separado en tres pueblos de distintas Huastecas. Al crecer, a pesar de ser triates idénticos, se dedican a cosas muy diferentes:
- Juan de Dios, de la Huasteca potosina, es sacerdote.
- De la huasteca tamaulipeca, Lorenzo, que es ateo, bronco y papá de una simpática niña apodada “La Tucita”.
- Víctor, de la Huasteca veracruzana, que es capitán del ejército.
El parecido entre los tres provoca que al irse relacionando entre sí, surjan varios malentendidos y enredos. Por un lado, Lorenzo es confundido con un bandido y asesino al que apodan “El Coyote”, por el otro, Víctor es encomendado para detener a este delincuente sin sospechar que se trata de su propio hermano. En medio de este conflicto, Juan de Dios intenta interceder y solucionar los problemas de sus hermanos.
Esta película que probablemente muchos ya han visto, me parece divertida y muy entrañable. Fue dirigida por Ismael Rodríguez y fue estrenada en 1948. La he visto al menos unas quince veces. Cuál sería mi sorpresa cuando recibí un mail de uno de los lectores de esta sección informándome que la iglesia en la que grabaron esta película se encuentra en la Ciudad de México y se conserva intacta.
No lo pensé dos veces y decidí ir a ver ese lugar con mis propios ojos.
2. Cuautepec de Madero
Cuautepec se ubica en la zona norte del Distrito Federal, entre la Sierra de Guadalupe y el Cerro del Chiquihuite, en la Delegación Gustavo A. Madero. Antes de la conquista española, en esta región había una especie de Colegio Militar azteca en donde preparaban a los guerreros jaguares.
En 1760 unos frailes Franciscanos llegaron a evangelizar el lugar y comenzaron la construcción de un templo barroco que fue terminado hacia el año 1767 y que llevaría por nombre Iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo.
Fue en ese templo donde se rodaron varias escenas de la película Los Tres Huastecos, en la trama esta parroquia estaba bajo la custodia del padre Juan de Dios.
3. ¿Vocholandia?
Pocos motivos hay para levantarme temprano una mañana de sábado y salir de casa antes de las siete y media de la mañana; uno de ellos es ir en busca de esta iglesia que por años he visto en la pantalla y que no imaginaba que se encontraba en la Ciudad de México.
Ir desde el sur de la ciudad hasta el barrio de Cuautepec el Alto significa atravesar la ciudad entera, es por eso que decidí recorrer los casi treinta kilómetros de distancia de camino muy temprano, y así evitar el tráfico y hacer el menor tiempo posible.
Dado que no hay estaciones de metro cercanas (las más próxima serían Metro Politécnico o Indios Verdes), decidí emprender el viaje en auto auxiliándome de Google Maps. Así, con smartphone en mano fui recorriendo Circuito Interior Río Churubusco, Boulevard Puerto Aéreo, el Eje Central Lázaro Cárdenas, la calle de La Ventisca, Luis Espinoza y otras avenidas que recorrí hasta que 40 minutos después me encontraba en los límites del Distrito Federal con los municipios de Tlalnepantla de Baz, Coacalco, Ecatepec y Tultitlán.
Aquel rumbo forma parte de uno de los asentamientos urbanos más poblados de la ciudad, y al recorrerlo es inevitable sentir que se está en provincia. Un detalle muy curioso que me habían comentado y que pude comprobar con mis propios ojos, es la presencia casi exagerada de vochitos en las calles de Cuautepec. En menos de cinco minutos llegué a contar hasta treinta de estos vehículos ir y venir. ¿A qué se deberá?
En esas cavilaciones andaba cuando abruptamente vi frente a mí la iglesia que estaba buscando, esa a la que sólo había visto a través de una pantalla en blanco y negro.
4. La Preciosa Sangre de Cristo
Después del primer encuentro visual con esta iglesia, descubrí que hay un gran patio exterior que sirve a modo de estacionamiento para los autos que visitan el lugar. A pesar de que no eran ni las nueve de la mañana había gran actividad entorno a la iglesia.
A un lado corre un pequeño arroyo que lamentablemente luce contaminado y triste, pero que relaciono con uno de esos ríos que antes había en este lugar, y en los que se cuenta, Juventino Rosas vio a una hermosa mujer lavando y se enamoró de ella; este encuentro le sirvió de inspiración para componer el vals Sobre las Olas.
Volviendo a la Iglesia, en uno de sus costados, un grupo de niños recibían clases de doctrina, imagen que inmediatamente me remontó a una de las escenas de Los Tres Huastecos en donde el personaje de Mary Toña (Blanca Estela Pavón) daba lecciones de catecismo a varios niños del pueblo.
La fachada del templo se mantenía idéntica a como se ve en la película. Sus cinco nichos en forma de concha, sus inconfundibles columnas salomónicas labradas y el resto de los detalles de cantera se encuentran muy bien conservados. Aquí es donde el tiempo parece detenerse y transportarnos a más de seis décadas atrás, cuando Pedro Infante rodó ahí varias escenas.
La misa había terminado recientemente, por lo que me bastó esperar unos cuantos minutos para poder entrar al templo y encontrarlo casi vacío. En el altar principal me topé con una imagen del Santo Cristo de la Preciosa Sangre, perteneciente al arte barroco.
En uno de los costados del altar hay un retablo con imágenes policromadas a la izquierda, en tanto, el retablo de la derecha tiene pinturas de Sebastián de Ponte.
Sin ser un experto en el tema, aquella iglesia me pareció bonita, aunque cargada de un ambiente un tanto extraño. En uno de los salones contiguos un grupo de personas rezaban fervorosamente, algunos tirados sobre el suelo y con los ojos bien cerrados.
La zona de criptas es colorida y también valió la pena echarle un vistazo. Ahí también se estaba celebrando un evento parroquial.
A un lado de la iglesia se encuentra un pequeño espacio público llamado Plaza Hidalgo, que cuenta con un kiosco en medio y que los fines de semana se llena de puestecitos y ambiente pueblerino. Por cierto, ahí también se filmó “La Oveja Negra” en 1949.
Antes de retirarme me acerco a la cruz de piedra que se encuentra en el patio de la Iglesia. Fue en esa misma cruz, aunque ahora un poco remodelada, donde “La Tucita” (María Eugenia Llamas Muñoz) aparece despidiéndose en la escena final de Los Tres Huastecos. No encuentro una mejor forma de finalizar este Vagando que desde ese mismo sitio.
Tras dar un vistazo final, emprendí el largo camino de regreso.
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Agradecemos a Karolina Sánchez por habernos informado sobre la existencia de este sitio.
La Iglesia de la Preciosa Sangre de Cristo se encuentra en Plaza Hidalgo S/N. Col. Cuautepec Barrio Alto, en la Delegación Gustavo A. Madero
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Por Gabriel Revelo
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