“¿A ti te importa algo que ella tenga dos padres?”, le dice Rocío, una pequeña niña andaluza, a una de sus compañeras de clase, cuando trata de defender a una alumna de un ataque homofóbico, comprobando así que hasta una infante es capaz de comprender la diversidad sexual, tolerarla y respetarla.
A través de un experimento social llevado a cabo por Canal Sur, en su programa “Gente Maravillosa” la compañía quiso enviar un mensaje a sus espectadores retratando la reacción de una niña cuando se vuelve testigo de un acto de homofobia, en el que una niña de su edad comienza a atacar a otra (ambas actrices) por una razón muy simple: ella tiene dos papás.
Rocío no conoce a la víctima, pero su inocencia y nobleza, características comunes en los niños, la llevan a convertirse en la defensora de ésta, sin importarle si tiene dos padres, dos madres o es huérfana, ella sabe que el ataque no está bien.
La actriz antagonista insiste en que el hecho de que su compañera tenga dos padres es raro y no está bien, a lo que Rocío responde “No es un bicho raro, así que te puedes ir callando esa boquita”.
La discusión entre la actriz, cómplice de la profesora y de las conductoras del programa, y Rocío, poco a poco va subiendo de tono, al grade que Rocío comienza a sonrojarse y a alzar la voz, mientras toma de la mano a la víctima y le hace frente a su “enemiga”.
Mientras todo sucede, las otras niñas, compañeras la clase de danza de Rocío, sólo observan y caminan de un lado a otro siguiendo la pelea.
En un momento, la supuesta víctima le pregunta a Rocío “¿A ti no te importa ser mi amiga aunque yo tenga dos papás?”, a lo que la dulce niña responde, con un semblante de nobleza en su rostro, “No, no me importa. ¡Me importa un huevo todo!”.
La reacción de Rocío sorprende a su madre, su profesora y conductoras del programa, quienes observan todo a través de una cámara escondida.
Cuando la pelea alcanzó niveles más altos, la profesora de la clase sale a ver qué está sucediendo y lo que siguió, fue el acto más puro de inocencia que un niño pueda tener. Cuando su maestra pregunta qué sucedió, a Rocío se le quiebra la voz y acusa a su compañera de atacar injustamente a su ahora nueva amiga, por tener dos padres.
“¿Vas a llorar?” cuestiona la profesora, y Rocío responde con lágrimas en los ojos “Sí, porque no me gusta que le digan eso a una persona”.
Una vez que le confiesan a Rocío que todo ha sido parte de un experimento, la conductora le pregunta a la pequeña “¿Tú piensas que de verdad eso es una familia?”, y con una mirada despreocupada ella responde que sí.
El experimento comprueba que los niños son capaces de comprender situaciones simples como que una niña tenga una familia diferente a las “normales”.
En México, el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como la adopción de niños por parte de familias homoparentales, es legal. Lamentablemente, aunque este decreto sea legítimo, eso no ha erradicado la discriminación.
En 2016, miles de personas se manifestaron en al menos 20 ciudades del país para expresarse a favor de la familia “natural”, esto con el objetivo de impedir que el matrimonio entre personas del mismo sexo fuera legal. Dicho movimiento, fue convocado por católicos, evangelistas y organizaciones a favor únicamente del matrimonio “tradicional” entre un hombre y una mujer.
A raíz de estas manifestaciones, se trajo a nuestra época un término que había dejado de usarse: “la ideología de género”, concepto que, según el grupo de conservadores, ponía -y pone, suponen- en peligro a los niños.
Luego de las marchas, nació en Frente Nacional por la Familia (FNF), conformado por diversas organizaciones, instituciones y familias que, de acuerdo a su sitio oficial “promueven y defienden a las instituciones más importantes de la sociedad: El matrimonio, conformado entre un hombre y una mujer, y la familia natural, ambas bases de nuestra sociedad”.
Durante 2017, el FNF comenzó a tomar mayor fuerza y visibilidad en el país… al mismo tiempo en que comenzó a causar mayor polémica, pues circuló en un camión naranja con la insignia #NoTeMetasConMisHijos, suceso que causó el disgusto de organizaciones LGBTI+ y abrió un nuevo debate sobre si se estaba incitando o no al odio con sus mensajes.
El argumento de los conservadores es que los niños no son capaces de comprender, a su edad, lo que la diversidad sexual significa, por lo que las muestras de cariño, el matrimonio igualitario, la adopción gay o la publicidad que adjunta parejas del mismo sexo, “puede confundirlos”.
Luego del experimento social… ¿crees que los niños no son capaces de comprender la diversidad sexual?