Pocos hombres en Suecia con la facilidad que tiene Zlatan Ibrahimovic para el futbol. Su 1.95 y casi 100 kilos de peso no lo hacen un “tronco”, pero al parecer la carrera de este hombre no iba encaminada para ser goleador, sino para las leyes.
Muchos conocen la historia del delantero del París Saint Germain y su pasado en las artes marciales, no por nada esa plasticidad y goles de alta calidad que nos regala en cada fin de semana, desde un disparo potente, hasta una chilenita impresionante o un semi escorpión.
Pero según las palabras de Sefik, su padre, Ibra no hubiera sido futbolista, él siempre soñó en que su hijo estudiara leyes y se convirtiera en un abogado de renombre en su país:
Mi padre quería que yo fuese abogado, pero yo no me veía como tal. yo me considero un gran luchador de UFC… perdón, un gran seguidor de las artes marciales mixtas. Creo que me habría ido bien en este deporte.
El de Malmo es cinta negra en taekwondo, practica habitualmente el “vale todo”, viene de una familia en donde uno de sus tíos fue un boxeador de renombre en Europa, pero a pesar de llevarlo en la sangre, de las peticiones de su padre, decidió inclinarse por el rectángulo verde.