A un año de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, varios deportes de gran importancia en la agenda olímpica fueron sacudidos con la noticia de que algunas finales, se disputarán pasada la medianoche en Brasil. Las finales arrancarán a las diez de la noche de Río, nueve de la noche hora del Distrito Federal, cuatro horas más tarde de lo habitual. Para compensar, las eliminatorias de la “mañana” comenzarán a la una de la tarde.

“Nos prepararemos para esos horarios, pero se ha tomado una decisión bastante irresponsable”, sostuvo el técnico del equipo australiano Jacco Verhaeren en declaraciones a la Associated Press.

El horario satisface las necesidades de la televisión de Estados Unidos, cuya costa oriental está una hora atrás de Río y la occidental cuatro. La medianoche de Río son las ocho de la noche de Los Angeles. También le cae de perlas a Asia, que podrá ver las eliminatorias por la mañana y las finales por la tarde.

El nuevo horario, no obstante, es desastroso para Europa, ya que las finales se disputarán entrada la madrugada europea.

“Les dijimos que no”, que ese horario no era bueno para Europa, comentó Cornel Marculescu, director ejecutivo de la federación de natación, conocida por sus siglas en inglés, FINA. “Pero es una competencia del COI y tenemos que respetar lo que disponen. Habrá que adaptarse. La televisión es muy importante para todos”.

El nuevo horario será particularmente duro con los nadadores que compiten en varias pruebas y para los que ganan medallas, ya que entre entrevistas y controles antidopaje, se irán a dormir entrada la madrugada.

“Normalmente, a las dos o tres de la mañana la villa está muerta y no hay mucho para comer”, declaró el sudafricano Cameron van der Burgh, campeón olímpico de los 100 metros pecho.

La FINA tratará de alojar a los nadadores en los pisos más altos de la villa para que no haya demasiado barullo por la mañana y puedan dormir hasta tarde.

“Se garantizará la calidad de la comida, que haya comida disponible y también transporte” en la madrugada, aseguró Marculescu. “Y habrá dos piscinas temporales en la villa para que se puedan entrenar allí. Estamos tratando de facilitarles las cosas” a los nadadores.

La natación no es el único deporte que trasnochará. También habrá actividad alrededor de la medianoche en vóleibol, vóleibol de playa y básquetbol, aunque esto de ajustar horarios por contratos de televisión no es nada nuevo.

En los juegos de Beijing del 2008, en que Michael Phelps cosechó ocho medallas de oro, las finales se disputaron por la mañana, para que pudiesen ser vistas en horario central en Estados Unidos.

“El deporte es también un negocio”, filosofó John Rudd, técnico de una de las grandes figuras de la natación femenina estilo pecho, la lituana Ruta Meiluyte. “Hay que ser sensibles a los atletas y también a la parte comercial. Habrá que ver si lograron un buen equilibrio. Pero para que este deporte sobreviva, hay que ir donde está el dinero”.

Rudd opinó que los atletas se adaptarán a los horarios y que seguramente caerán muchos récords.

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