Por Daniel Montes de Oca | @montesdeoca11
Ricardo La Volpe se cansó de presumir ‘su invicto’ en el Estadio Azteca durante 15 jornadas. Sin embargo, en dos partidos en casa precisamente, dejó escapar la Liguilla de forma inverosímil.
Atlas y Pachuca exhibieron las carencias del América: un equipo sin una idea futbolística, con jugadores como Oribe Peralta en posiciones improvisadas, frágil en defensa, con un ataque previsible, y por increíble que parezca, fincando sus esperanzas en el desequilibrio de un chico de 16 años, Diego Laínez.
Es una realidad que fue un torneo muy atropellado para el América, pues de entrada no hizo pretemporada luego de disputar la Final en la campaña anterior; cada semana tuvo a un lesionado distinto, Pablo Aguilar fue suspendido, y el refuerzo de lujo, Cecilio Domínguez, nunca pudo superar sus problemas en el hombro.
Pero más allá de señalar las adversidades, las Águilas llegaron a la Jornada 15 prácticamente clasificadas, deambulando entre la cuarta y quinta posición, hasta que vino la debacle…
Derrota ante Santos en Torreón, y con dos oportunidades en casa para por lo menos sumar un punto y amarrar la Liguilla, el América fue incapaz hacerlo. Zorros y Tuzos salieron airosos del Azteca y ahí se firmó el fracaso azulcrema.
La undécima Liguilla de forma consecutiva no llegó, pues Ricardo La Volpe fue incapaz de impregnarle un sello, un estilo, una idea futbolística al equipo, y el verbo de que cambió la efectividad por el espectáculo tampoco resultó cierto.
El argentino fue cesado de la dirección técnica del club, y Miguel Herrera estaría arreglado para regresar.
Por lo pronto, el equipo con más títulos de Liga en México estará ausente de una fiesta que nunca debe perderse.
