Por: Luis Ricardo Hernández@LUISRICARDOHR

No corría, volaba por las bandas del terreno de juego. Sus piernas eran (o tal vez aún lo sean) casi tan rápidas como las de Jürgen Dam, sólo que pareciera que el destino le otorgó velocidad a cambio de resistencia. Él no tenía piernas sino propulsores que lo llevaban a la máxima velocidad pero se rompían al segundo sprint.

Hoy en las #Antipromesas les presentamos la historia de Omar Arellano, el delantero de cristal. Muy pocos lo recuerdan pero el exjugador de las Chivas fue una de las primeras ‘joyas’ producidas por la cantera de los Tuzos del Pachuca; sin embargo jamás pudo despuntar.

Los Inicios: el fichaje ‘bomba’ de unas Chivas austeras y su familia rojiblanca

Omar Arellano Riverón nació en Guadalajara el 18 de junio de 1987 y desde pequeño comió, vivió y respiró el futbol. Su padre, Omar Arellano Nuño era futbolista y fue campeón con Chivas once días antes del nacimiento de ‘Omarcito’. El abuelo del protagonista de este texto también jugó para el Rebaño y fue campeón con ellos, Raúl Arellano fue un jugador fundamental para las Chivas en la época del campeonísimo y hasta fue al Mundial de Suiza 1954 con la Selección Mexicana. Parecía que Omar Arellano Riverón tenía el éxito rojiblanco tatuado en sus venas pero no fue así.

Como mencionamos al principio, Arellano surgió del Pachuca y debutó con los Tuzos un 24 de octubre del 2004 en un partido contra el América.  El jugador heredó el apodo de su abuelo y su padre y pasó a ser ‘La Pina’. El delantero de inmediato mostró cualidades, tenía la velocidad de un corredor de cien metros planos y la delicadeza de un sastre para definir jugadas de gol.

Pese a que Arellano mostró buenas cosas con Pachuca, los Tuzos decidieron desprenderse del jugador. Fue casi como si supieran que algo pasaría en la carrera de Omar. En aquel momento (2007) Chivas no compraba ‘bombas’, el Rebaño no fue por Juan Carlos Cacho, Nery Castillo, Luis Pérez o hasta el Kikín Fonseca que eran los grandes nombres mexicanos en aquel momento. En cambio, los rojiblancos reforzaron su delantera con el fichaje a préstamo de Omar Arellano.

Chivas: la promesa que de cristal que nunca pudo consolidarse y su llamado a Selección

La transferencia de Omar Arellano a las Chivas no sorprendió a nadie, después de todo el jugador tenía historia rojiblanca y además llegaba a préstamo. Lo que sí dejó boquiabierto a más de uno fue el papel tan preponderante que tuvo La Pina desde sus primeros momentos con el equipo.

El delantero mostró tan buenas cosas con el Rebaño que Hugo Sánchez lo convocó en una ocasión a la Selección Mexicana y posteriormente  Sven Goran Erickson lo llamó varias veces (bueno Erickson llamó a Carlos Ochoa y Lucas Ayala). Es más, La Pina hasta hizo un gol con el Tri en un partido amistoso contra Venezuela. Pos si se lo estaban preguntando sí, Arellano sí fue parte del Preolímpico de Carson pero no jugó en ese fatídico partido ante Haití.

Omar Arellano ha sido uno de los delanteros con mayor fineza al momento de definir y muy pero muy pocos atacantes han corrido tan rápido como él. El jugador fue un titular del Rebaño desde su llegada y una pieza clave de las Chivas en Liga y Libertadores: anotó en ambas competiciones, hizo goles en Clásicos y se pensó que superaría las carreras de su padre y su abuelo, pero qué equivocados estábamos.

Arellano era (o es) de cristal cortado por la calidad de su futbol, pero a fin de cuentas es cristal y con la fuerza adecuada se terminará rompiendo. Después de su primer año en Chivas empezó la letanía de lesiones de La Pina. Entre 2008 y 2010 el jugador se perdió 271 días y 41 partidos con el Rebaño por lesión.

El jugador se desgarró los ligamentos, se rompió un dedo del pie, sufrió un corte, se lastimó la rodilla, se volvió a romper un dedo del pie, etc. De todos modos Chivas le dio una oportunidad más a La Pina y el jugador fue parte de aquel equipo del Guadalajara que llegó hasta la Final de la Copa Libertadores 2010.

Sin embargo, el jugador ya no era el mismo y sus piernas lo hicieron perderse más juegos por lesión. Ya eran demasiados problemas y no valía la pena tener a un jugador que te iba aportar dos o tres partidos buenos por torneo porque los demás estaría en el hospital. El Guadalajara decidió sacarle dinero mientras pudiera y el delantero se fue al Monterrey.

Monterrey: ¿Su segundo aire?

Cuando eres moneda de cambio y hacen un trueque que te involucra a ti y al Cherokee Pérez sabes que tu carrera no va bien. En diciembre del 2013 Omar Arellano fue traspasado a Monterrey a cambio del ya citado lateral y millón y medio de euros. Con los Rayados, La Pina logró jugar casi todos los partidos de liga en el Clausura 2013, cosa que no conseguía desde el 2011.

Fue parte de la etapa final del mejor Monterrey de la historia y todavía le alcanzó para ser campeón de la CONCACAF Liga Campeones. Con ‘La Pandilla’, el jugador encontró espacio en la banda derecha a veces como extremo y en ocasiones como mediocampista. Con el club regio hizo un par de golazos y parecía que el salir de Guadalajara reviviría su carrera, pero no fue así.

Cuando concluyó la era de Víctor Manuel Vucetich al frente del Monterrey, los Rayados se vinieron abajo. El Profe Cruz tomó las riendas del equipo pero fue una breve etapa de crisis en el conjunto regio. En medio de esa oscura época rayada Arellano se volvió a lesionar y en el verano del 2015 el delantero dejó el equipo para vestirse de Diablo.

Del infierno de ‘La Bombonera’ al Infierno del Ascenso MX

Getty Images

Los Diablos habían sufrido mucho con sus delanteros desde que se fue Héctor Mancilla. El Toluca en alguna ocasión fichó a Ivan Alonso pero se deshicieron del jugador por un supuesto ‘problema cardíaco’. Después trajeron a Pablo Velázquez pero el Portaaviones no siempre respondió así que para el 2015 los Choriceros estaban urgidos de atacantes y ficharon a tres: Fernando Uribe, Enrique Triverio y Omar Arellano.

Los primeros dos aún permanecen en la institución y han sido piezas clave en el último año y medio de los Diablos. Arellano por su parte anotó tres goles en 18 partidos de liga en un año con los Diablos, no se lesionó (tanto), pero no era del agrado de Pepe Cardozo y Hernán Cristante tampoco lo quiso cuando llegó al banquillo de Toluca.

Arellano dejó a los Diablos y fichó con los Leones Negros de la UDG, equipo que ya estaba en el Ascenso MX. El jugador regresó a Guadalajara pero para militar en la segunda categoría del balompié mexicano. Con los felinos La Pina sólo estuvo seis meses, jugó 10 partidos y no anotó un solo gol… NO ANOTÓ UN SOLO GOL.

Twitter Omar Arellano

Hace seis meses el delantero fue transferido al Tampico Madero que buscaba conformar un plantel de miedo con las incorporaciones de Arellano, Marc Crosas y el Hachita Ludueña. Sin embargo, al equipo no le salieron las cosas y ni a la Liguilla calificó. La Pina anotó un solo gol con la Jaiba Brava.

Se acerca el Draft de la Liga MX y el Ascenso MX, el jugador apenas tiene 29 años, ya veremos si el delantero no es negociado. Todavía con el Toluca mostró que no ha perdido el toque pero tantos problemas físicos alejan a los interesados en el jugador. Esta fue la historia de Omar Arellano, ‘La Pina’ con las piernas más rápidas del futbol mexicano pero hechas de cristal.

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