Ya es oficial. El duelo de la Gran Final de la Copa Libertadores sí se va a jugar pese a los incidentes con el autobús de Boca; se disputará a las 19:15 hora local (16:15 hrs tiempo de México). Hay dos jugadores lastimados en el hospital, no tienen el alta médica, no dejaron que los médicos del lugar constataran dichas lesiones y las de sus compañeros y pese a eso, sí se va a jugar. Todo parece apuntar que los ‘Xeneizes’ están dispuestos a jugar bajo estas condiciones. Conmebol postergó todo a tal grado de que el juego se lleve a cabo en cancha de River.
A efectos de cumplir con el cronograma de la final, el partido empezará a las 19:15 horas.
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) 24 de noviembre de 2018
Tanta fue la espera para vivir uno de los partidos más emocionantes de este cierre de año para que se arruinara por unos cuantos. Previo a la llegada del autobús de Boca Juniors al Monumental, varios fanáticos de River lo apedrearon y le lanzaron gas pimienta, rompiendo varias ventanas y dejando a algunos jugadores de los ‘Xeneizes’ lastimados, por lo que luego de una intensa plática entre los presidentes de ambos clubes, directivos de Conmebol y otros personajes, decidieron que se aplaza el partido pero esto se acabó; la Conmebol quiere que se juegue el partido sí o sí.
Las acciones de inicio parecían que iban a estar tranquilas, pero fue momentos antes de entrar al estadio que la locura se desató. Pese a la gravedad del asunto, los daños que ocasionaron y la polémica que se generó, los fanáticos de River Plate pasaban sin pena ni vergüenza por las cámaras orgullosos de lo que habían hecho, con lo que se ganaron una cantidad inmensa de comentarios negativos, pues presumían de ser una afición ejemplar y para nada actuaron de esa forma.
Entre los lesionados y afectados por las piedras y el gas pimienta, estaban Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo, quienes fueron trasladados al hospital debido a fuertes heridas. Carlos Tévez, quien sería el siguiente mayor afectado debido a vómito constante, además de Darío Benedetto, Barrios, Mauro Zárate, entre algunos otros con daños menores, por lo que al no estar en condiciones óptimas para disputar como era debido este partido, los médicos fueron llamados de inmediato para atenderlos a todos y valorar su condición.
Hubo mucha polémica en días pasados donde se planteaba el no jugar este duelo con la porra visitante y limitar a los locales, pues se sabía del peligro que había dado los antecedentes entre estos equipos; al final se optó por sí hacerlo y aunque este no fue un incidente meramente entre los hinchas, la porra local fue la principal acreedora de este problema.
Las críticas por parte de los fanáticos de River entraron en que los rivales (Boca) sí podían jugarlo, pero evidentemente no sabían las condiciones de los futbolistas. Los ‘Xeneizes’ sí tuvieron en mente el disputar este duelo pese a lo ocurrido pero evidentemente si llegaban a perder el juego la “explicación” era que no estaban en óptimas condiciones, por lo que la mejor alternativa fue esperar a otro momento donde su seguridad esté garantizada y su salud estuviera estable.
#AHORA Así fue el momento que el micro de #Boca recibía los piedrazos de los hinchas de #River en su llegada al Monumental pic.twitter.com/KpzYuVgtCI
— Mitre Deportes (@MitreDeportes) 24 de noviembre de 2018
El dispositivo de seguridad se suponía estaba preparada para afrontar este tipo de situaciones, pero la organización fue deplorable, pues se conoce de antemano cómo se vive el futbol en Argentina y más en un duelo donde los dos más grandes del país se enfrentan en una final, por lo que las críticas hacia ellos no se hicieron esperar.
— C∆ΠO◍ (@camilo_ezequiel) 24 de noviembre de 2018
