No se está descubriendo el hilo negro con esta afirmación ni mucho menos. Al contrario, esto parece ser evidente para lo ojos de todos y aún así las autoridades del futbol parecen hacer el mínimo esfuerzo. Sí, el arbitraje en el futbol mundial está en crisis y esto no es de ahorita, sino de muchos años atrás. Y justo ayer fue la prueba de que no es países con ligas poco competitivas, sino es en absolutamente todas.
Empezaba El Clásico entre Barcelona y Real Madrid, el juego que se puede decir tiene los ojos del mundo encima. Ahí, se supone que tendrían que poner al mejor árbitro disponible y si lo es Carlos Clos Gómez vaya que hay una escasez en esta profesión.
Se puede decir que hasta cierto punto fue justo: cometió errores graves en contra de ambos equipos. Manos en el área, faltas en el mismo lado del campo sin marcar penal y entradas bastante fuertes que ni siquiera se pitaba. Por supuesto, la justificación para muchos es que es ‘para darle ritmo al partido’ y evitar que se detenga mucho el juego.
Empero, no se trata de eso, se trata de si hay falta o no la hay. No existen las faltas chiquitas ni las faltas grandes, es absolutamente lo mismo. Y de nuevo, El Clásico fue la muestra de que tan mal andan las cosas.
Por si fuera poco, aterrizando un poco más en la realidad, en la noche se dio otro caso de mal arbitraje. César Arturo Ramos acuchilló a León, le dio una final a Tigres y aunque se pueda ver como merecida, no debería de ser así.
Lo dijo Mauro Boselli saliendo del juego: “Me hubiera gustado que Tigres nos ganara bien” y tiene razón. Este juego es de lo mejor que puede entregar la Liga MX porque son dos equipos que juegan bien y bonito. Sin embargo, el partido se vio manchado por el mal trabajo de Ramos, que además dicen que es el presente y futuro del arbitraje mexicano, puff…
Se habló de un fuera de lugar de Andre-Pierre Gignac en el empate, antes en el gol de Luis Montes también se dice que hubo la misma situación y lógicamente, el colegiado fue perdiendo el control del juego.
Entonces, para evitar todos estos problemas la solución es muy sencilla: tecnología. El pretexto que se pone de que esas cosas ‘son parte del futbol’ tiene que quedar en el pasado. Los jugadores cada vez son más rápidos, más fuertes y más vivos mientras que el arbitraje no ha evolucionado.
¿El ritmo de juego? Si una televisora tiene la repetición en menos de 10 segundos en realidad afectaría muy poco. Un árbitro fuera de la cancha viendo cada jugada polémica en cámara lenta sería lo más adecuado.
Así, se evitarían muchísimos problemas, molestias y hasta reclamaciones. Porque vamos a ser honestos: no habrá otro Pierluigi Collina y es seguro que en su tiempo él también llegó a equivocarse.
El ojo humano ya no es suficiente para juzgar un partido de futbol desde la cancha. Los que mandan en el futbol deben de hacer algo pronto o esto podría salirse de control.
***Miguel Delucio / @miguel_delucio
***Fotos Getty Images y Mexsport
