Un poco “rigorista” se vio el silbante turco Cüneyt Çakir, quien no dudó en marcar la pena máxima luego que uno de los jugadores del Osmanlispor (equipo que se enfrenaba al Rizerspor) tocó el balón dentro del área… lo cual sería correcto, pero un detalle: ese jugador era el portero.
Para que no hubiera duda de la penalización, Çakir señala su brazo para que el infraccionado supiera de qué se trataba el asunto. Aunque los reclamos fueron varios, a final de cuentas se impuso la decisión del hombre de negro, ya que sus asistentes andaban pajareando y no hicieron gran cosa para corregir el descarado error.
Pero hay justicia (y por duplicado): primero, la pena máxima fue ejecutada por el austriaco Jakob Jantscher, quien también erró y luego, ya en tiempo de compensación, Musa Cagiran le dio la victoria a su equipo. El marcador final fue 0-1, a favor del visitante.
El error no podría ser atribuido a los nervios de un novato: Çakir ya tiene su buen historial como silbante, incluso llegó a pertenecer al cuerpo arbitral de la final de la Eurocopa 2012. Aunque no fue el árbitro principal, puede presumir que vio coronarse a España frente a Italia.