Luka Romero, quien es llamado el “Messi mexicano”, es una joven promesa que tiene la triple nacionalidad (mexicana, española y argentina); tiene un talento nato y ha llamado la atención de grandes clubes europeos, por lo que Argentina Sub-17 no lo dudó ni un poco y fue convocado por ellos para concentrarse en sus instalaciones.
Luka juega actualmente en el Mallorca de La Liga en España, donde ha mostrado sus dotes de talento como delantero y donde se ha consolidado como una futura estrella del balompié y tras ser partícipe de visorias que hizo el grupo de Argentina Sub-17, lo llevaron a formar parte de su escuadra.
La joven promesa llegó desde los 11 años a Mallorca gracias al descubrimiento del representante Horacio Gagggioli, mismo que hace varios años llevó a Lionel Messi a la cantera del Barcelona, por lo que se espera mucho de él como futbolista.
Su padre es el exfutbolista Argentino Diego Romero, el cuál jugó un tiempo en los Alacranes de Durango. Durante su estancia en México tuvo la fortuna de tener dos hijos, Luka y Tobi que son mellizos y uno de ellos ahora se ha convertido en el centro de atención del futbol mundial.
“Luka y Tobi cuentan con las nacionalidades mexicana, argentina y española, son unos niños aún, incluso de su edad no hay selecciones, nos agrada la idea de que crezcan sin presión, si un día los llega a contactar alguna es porque están haciendo bien las cosas”, dijo Romero al portal Embajadores Aztecas hace unos años.
Luka Romero entrenará con la Selección Sub-17 de Argentina, pero al tener la nacionalidad mexicana por nacimiento todavía puede pensar en elegir al Tricolor más adelante, pues así lo indica el reglamento de la FIFA y por el talento que ha demostrado desde muy temprana edad, se espera que sea sí, ya que sería un gran revulsivo en la búsqueda de este cambio generacional que está por venir ya que muchos veteranos de la Selección Mexicana han dado un paso al costado.
Nuestro futbol está necesitado de delanteros que puedan convertirse en un referente en ataque, ya que los últimos años hemos tenido a un par de ídolos que han sacado la cara por nosotros, pero esos destellos duran poco, pues no hay una constancia que nos lleve a lo más alto.