Arjen Robben demostró otra vez sus dotes histriónicos y clavadistas al dejarse caer dentro del área en el partido del Bayern Munich contra el Eintracht Frankfurt.
Una vez más, el holandés fue presa de la desesperación por ir empatando un partido, y recurrió a la trampa, simulando cínicamente una falta cuando ni siquiera lo habían tocado en el área.
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Afortunadamente, este árbitro no es un desgraciado robasueños Pedro Proenca, por lo que lejos de marcar la falta, amonestó al holandés volador.
Ni hablar, la gravedad es una loquilla.