El pasado martes el partido que jugarían Alemania y Holanda fue suspendido por una amenaza de bomba en la HDI Arena, situación que al parecer no le gustó a Arsene Wenger.
El entrenador del Arsenal expresó su sentir tras dicha decisión y aseguró que no le gustaba del todo, ya que se debía seguir el curso de la vida, según reveló The Mirror en una entrevista.
El francés dejó claro que no está conforme con que la gente se paralice por una siutación de esa índole y que había que dejar todo en manos de los gobernantes:
El peligro de esta situación (el juego) es sobredimensionar los hechos y creo que eso es lo que pasó en este caso. El camino es seguir con la vida de forma normal y responder de forma positiva a la situación. No se puede paralizar todo. Hay que confiar en que los políticos tomen las decisiones correctas. Francia es una sociedad tolerante.
¿Ustedes qué piensan?