Por: Daniel Montes de Oca @montesdeoca11

La grandeza del Barcelona es fácil de medirse: ganó su tercera Copa del Rey consecutiva, algo que no ocurría desde hace más de 60 años. Sin embargo, el trofeo apenas sabe a premio de consuelo en una temporada en la que la Liga y la Champions se le escaparon.
Quien conoce poco de altibajos es Lionel Messi, una vez más la figura del club en la Final ante el Alavés, y en un año agridulce: el argentino consiguió su título número 30 con el equipo, para, al lado de Andrés Iniesta, convertirse en el máximo ganador en la historia culé.
En el Vicente Calderón, que albergó una última batalla, Leo disputó su partido 700 como futbolista profesional (583 con el Barça y 117 con la Albiceleste), la Final 25 vestido de culé, de las cuales ha ganado 20 y marcado 26 goles.
Descomunal ‘La Pulga’, Messi, es su majestad el rey…

Getty Images

El encuentro también representó la despedida de Luis Enrique que, desgastado, cierra un exitoso ciclo al frente del FC Barcelona, más allá de que esta campaña fue la menos brillante de las tres en las que estuvo como entrenador blaugrana.
Nueve títulos de 13 posibles, incluido un triplete hace dos años, algo que sólo ha conseguido en un par de ocasiones precisamente el Barça.
El festejo de los futbolistas del Barcelona y del propio Luis Enrique fue mesurado: no faltaron las sonrisas, pero en varias de ellas resultaba imposible ocultar el dejo de insatisfacción por quedar lejos de las expectativas que este club demanda.
Terminó la era de Luis Enrique, pero la leyenda de Messi continuará, ahora bajo las órdenes de Ernesto Valverde, que de entrada tendrá la misión de reforzar al equipo en posiciones estratégicas: un lateral derecho, un defensa central y un par de mediocampistas, por lo menos.
Una Copa más, el adiós del ‘Míster’ y Messi, siempre Messi.

Pleca Instagram Sopitas Deportes

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook