El partido más importante y más esperado en el futbol de Argentina, entre Boca Juniors y River Plate, que define al campeón de la Copa Libertadores, finalmente no se jugará en Argentina, es más, ni siquiera en suelo sudamericano.
Los disturbios ocasionados por la afición de River provocaron que la Final de vuelta, pactada para el 24 de noviembre en el Estadio Monumental, fuera reprogramada al día 25 y después de plano sacada de Argentina al considerar que no existían las condiciones para garantizar la seguridad.
Nota entregada por el Presidente de la CONMEBOL a los presidentes de los clubes River Plate y Boca Juniors en la reunión del martes 27 en la sede la de CONMEBOL, en Paraguay. pic.twitter.com/qNBYTRZXx6
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) 27 de noviembre de 2018
Por ello, la Conmebol informó que la Final no se jugará en Argentina y después de analizar algunas opciones en Sudamérica, cobra mayor fuerza la teoría de organizar el partido nada más ni nada menos que en Qatar, de acuerdo con información de The Sun que asegura que se haría oficial en las próximas horas para disputarse el 8 de diciembre.
De manera extraoficial, la Concacaf habría prohibido a sus países albergar el partido, por lo que ciudades como Nueva York, Miami o Los Ángeles, quedarían automáticamente descartados.
La sede del partido que definirá al campeón de la Copa libertadores, así como al representante de la Conmebol en el próximo Mundial de Clubes, sería Doha, en el Estadio Internacional de Khalifa, que tiene capacidad para 40 mil aficionados, 20 mil menos que el Monumental de River.
River y Boca podrían jugar en el primer estadio con aire acondicionado para combatir las altas temperaturas de Qatar, que resulta ser sede del próximo Mundial, patrocinador de Boca (a través de Qatar Airways) y un país vetado por Emiratos Árabes, donde se jugará el Mundial de Clubes.
Boca, sin embargo, se mantiene hasta el momento con la postura de no jugar la Final de vuelta y reclama el trofeo de campeón en la mesa.