Lo que necesitas saber:
La mascota de los Denver Nuggets gana más al año de lo que ganará Caitlin Clark por jugar cuatro años en la WNBA
Caitlin Clark es la atleta del momento en Estados Unidos. La basquetbolista se convirtió en un auténtico fenómeno mediático desde su etapa colegial en Iowa. Su ascenso a la WNBA fue todo un suceso que incluso marcó récords de audiencia durante el draft, en el cual fue elegida por las Indiana Fever, equipo que le pagará poco menos de 80 mil dólares anuales.
Para ser específicos, Clark ganará 76 mil 535 mil dólares en su primer año, lo cual no representa ni el 1% del salario de Victor Wembanyama, el jugador que eligieron los San Antonio Spurs como el Pick No. 1 en el draft de la NBA. ’Wemby’ firmó un contrato por 12 millones de dólares.
La polémica por el salario de Caitlin Clark
Y es que resulta que el contrato de Clark sería de 338 mil dólares por cuatro años. Como jugadora novata, Caitlin recibirá en su primera temporada 76 mil 535. En su segundo año serán 78 mil, para el tercero 85 mil 800 y en el último 97 mil 500.
- Primer año: 76 mil 535
- Segundo año: 78 mil
- Tercer año: 85 mil 800
- Cuarto año: 97 mil 500
El salario ha despertado debates al momento de ser equiparada con el salario de Wembanyama e incluso con una mascota de la NBA.
En 2022 se dio a conocer que la mascota de los Denver Nuggets ganaba tres veces más que el salario de la jugadora mejor pagada de la WNBA, Diana Taurasi, quien tenía un ingreso de 228 mil dólares. Rocky, la mascota de los Nuggets, gana 625 mil dólares anuales.
Esto quiere decir que Rocky gana más dinero en un año de lo que ganará Caitlin Clark por jugar cuatro años con las Indiana Fever.
La enorme brecha entre la NBA y la WNBA
Sí, sí, ya sabemos que no faltará quien diga que la NBA vende mucho más que la WNBA. Y sabes qué, es cierto. Sin embargo, el tema no es que Caitlin Clark gane igual que LeBron James, Steph Curry o el propio Wembanyama, sino que existan las mismas condiciones entre la liga varonil y la femenil del baloncesto profesional.
Las estrellas de la NBA cuentan con la negociación que tiene el sindicato de jugadores con la liga. En sus contratos se establece que deben recibir parte de las ventas por jerseys, las cifras que alcancen las transmisiones en televisión y más, cosa que no ocurre con la WNBA.
Y de nuevo, para quien diga que la liga femenil no vende lo mismo, de acuerdo, pero Caitlin Clark ha demostrado que en cuanto a audiencia, venta de jerseys y patrocinadores, venden lo suficiente como para poner sobre la mesa condiciones distintas que les permitan tener sueldos mucho más competitivos en comparación con la NBA.
Y sí, hay cifras para respaldar lo anterior.
Caitlin Clark impuso récord de audiencia en el draft de la WNBA
El 15 de abril se llevó a cabo al draft de la WNBA, en el cual se daría a conocer el equipo con el que jugaría Caitlin, de 22 años de edad. La transmisión del draft llamó la atención de 2.4 millones de personas, equivalente a un incremento del 300% respecto a la marca anterior de 2004.
Caitlin Clark fue elegida con el pick número uno por las Indiana Fever, y tras confirmarse su fichaje, se agotaron todas las entradas de toda la temporada, así como las camisetas con su ya reconocido número 22.
La final femenil del March Madness superó a la varonil en audiencia
Otro argumento muy sólido para evidenciar el potencial del deporte femenino, ocurrió durante el March Madness de este 2024. La final colegial femenina aplastó en cuanto a rating a la final masculina.
La final femenil del March Madness alcanzó un rating de 18.7 millones de espectadores, muy por encima de los 14.8 millones que vieron la final masculina. Es decir, en condiciones iguales, la final femenil atrajo más audiencia que la varonil.
Hablamos de una audiencia que es incluso superior a la promediada por las finales de la NBA ¡en los últimos cuatro años!
La propia Caitlin Clark tuiteó la cifra en sus redes sociales, como enviando un mensaje a quienes creen que el deporte femenil no puede vender tanto como el masculino.
De nuevo, no se trata de pagarle lo mismo a Clark u otras jugadoras de golpe; se trata de que las condiciones para jugadores y jugadoras sean las mismas para que ellas también reciban porcentajes por lo que generan. Algunos patrocinadores han entendido el mensaje, pero aún es insuficiente.
Patrocinadores, al rescate de Caitlin Clark, pero ¿y las demás?
Al convertirse en un fenómeno mediático, diversas marcas se han acercado a Caitlin Clark desde su etapa colegial, sin embargo, hay un contrato en especial con la marca deportiva de la palomita, que le ofrecería tener su propia marca de calzado.
Clark ya tenía un contrato con la firma estadounidense, pero su llegada a la WNBA y el impacto mediático no hizo más que generar un nuevo acuerdo por 20 millones de dólares, que multiplica por 60 su salario con Indiana, de modo que la justicia económica que no encuentra sobre la duela, la encuentra en patrocinadores. Y sí, qué chido por ella, pero todo esto debería ser adicional a un salario mucho mejor que el que recibirá como profesional.
Y otra pregunta es: ¿Y las demás jugadoras? Ante la diferencia abismal de salarios entre hombres y mujeres, muchas basquetbolistas de la WNBA aprovechan la temporada baja para firmar contratos con equipos europeos, muchos de ellos en Rusia, donde obtienen mejores ingresos.
Sin embargo, el caso de Brittney Griner, detenida en Rusia durante casi 10 meses y rescatada en un intercambio de rehenes, pone en evidencia los riesgos de la mayoría de las jugadoras de la WNBA, que no alcanzan salarios tan lucrativos, ni patrocinadores que las rescaten.
Ante esta situación, hasta el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, entró al debate y lamentó que las jugadoras de basquetbol no estén recibiendo mejores condiciones económicas. “Las mujeres en el deporte continúan traspasando nuevos límites e inspirándonos a todos. Pero ahora estamos viendo que incluso si eres la mejor, las mujeres no reciben la parte que les corresponde”.
