La Champions League es una oportunidad para muchos pero un bálsamo para otros. Ese es el caso del Barcelona de Quique Setién, que buscará en el torneo europeo no tener una temporada de fracaso, aunque luzca sumamente complicado.
Entre destituciones, escándalos, peleas y pandemia, la temporada del Barcelona ha sido más que turbulenta. La derrota en casa del Athletic Bilbao era sólo el comienzo de una pesadilla de año para los culés que llegarán a la Champions League más obligados que nadie.
El primer enfrentamiento para el Barcelona será el Napoli en el Camp Nou. Una serie que va empatada 1-1 y que los culés podrían “dominar” por ese gol de visitante que lleva de ventaja pero en la que no se pueden confiar.
A evitar un fracaso más…
Para el Barcelona será su última oportunidad y no así para el Napoli. El equipo de Gennaro Gattuso no tiene nada qué perder en la Champions League, pues en la Serie A nunca tuvo alguna obligación, ya que le ganó la Coppa Italia a la Juventus y con eso clasificó a la Europa League.
Barcelona por su parte perdió en la semifinal de la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid, lo que le costó el puesto a Ernesto Valverde. Llegó Quique Setién y nada mejoró, pues en la Copa del Rey fueron eliminados por el Athletic Bilbao.
Se metieron a la cancha del Bernabéu y perdieron ante el Real Madrid. Aún así, antes del parón por la pandemia del coronavirus tenían ventaja en la cima de La Liga Española sobre los ‘merengues’. Cuando el futbol se reactivó, la perdieron en cuatro partidos. Por si fuera poco, cerraron su temporada con una derrota en casa ante el Osasuna.
En ese lapso, el Barcelona atravesó muchos problemas. Desde la riña entre Leo Messi y Eric Abidal por unas declaraciones del directivo francés. Una lesión de Luis Suárez y otra de Ousmane Dembélé. De igual manera Lionel parece no tener una buena relación con Antoine Griezmann y eso terminó pesando.
Aunque parezca difícil de creer, una Champions League o por lo menos una buena actuación evitaría que fuera una temporada de fracaso total. Y ni qué decir de Quique Setién, que llegará al torneo con su trabajo en riesgo.
La permanencia de Setién en el banquillo depende de una actuación digna en la Champions League y ni qué decir de si consigue llegar a una posible final. (Este es el camino que tendría que seguir). De no conseguirlo, el Barcelona volvería a cambiar de técnico. Tres entrenadores en un año, algo que no se había visto hace mucho.
