En una carrera sumamente accidentada, Sergio Pérez rescató con creces una carrera que en el papel parecía destinada a una nueva decepción en Austria. El mexicano tuvo varios problemas durante las sesiones de calificación, por lo que largó desde el cajón 16 en la parrilla de salida y entre el buen sprint del tapatío y los constantes abandonos, se instaló en la zona de puntos al finalizar en el séptimo sitio.

El mexicano supo sacarle provecho a los neumáticos y durante su única parada en boxes tomó mayor ritmo que su coequipero, Esteban Ócon, por lo que durante las últimas vueltas el francés, que era sexto, recibió la orden por parte de Force India para dejarse rebasar para que Checo tratara de superar a Kevin Magnussen, de Haas, dueño del quinto peldaño en ese momento.

Sin embargo, a Checo no le alcanzó la potencia de su Pantera Rosa, por lo que en la última vuelta le regresó la sexta posición a Ocon.

El triunfo quedó en poder de Max Verstappen, de Red Bull. El holandés, quien el año pasado ganó el Gran Premio de México, consiguió su cuarto triunfo en Fórmula Uno.

Los Ferrari Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel se quedaron con el segundo y tercer sitio, lo cual resultó un negocio redondo para Vettel, pues con las 15 unidades que se apuntó, recuperó el liderato del campeonato.

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¿QUÉ ONDA CON LOS MERCEDES?

El Gran Premio de Austria fue una pesadilla tanto para el campeón Lewis Hamilton como para su coequipero Valtteri Bottas, pues formaron parte de los numerosos abandonos en el GP de Austria, por lo que no sumaron puntos.

Nico Hulkenberg (Renault), Carlos Sainz (Renault) y Daniel Ricciardo (Red Bull) también fueron parte de las victimas por fallas mecánicas o el desgaste de los neumáticos.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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