La primera sorpresa de la Premier League fue ante el campeón. El Chelsea abría la temporada con mucha ilusión en Stamford Bridge, pero todo terminó en desilusión y una derrota 2-3 ante el Burnley.
La debacle tiene como mayor factor a Gary Cahill. El defensa central cometió una falta muy fuerte apenas a los 15 minutos de juego y esto le valió la expulsión. De ahí, los Clarets aprovecharon la superioridad numérica y se notó en el marcador.
Al minuto 24′ Sam Vokes nos regaló un gran gol, sobre todo por la dificultad del remate. Un centro de Matthew Lowton desde el mediocampo y de volea el galés anotó el primero.
15 minutos más tarde vimos un golazo. Stephen Ward condujo el balón, se metió al área y sacó un cañonazo que dejó sin nada que hacer a Thibaut Courtois. Y antes del medio tiempo, Vokes metió el tercero, ¡sorpresota!
En el segundo tiempo los Blues se fueron con todo al frente a pesar de ser menos. Antonio Conte metió a Álvaro Morata y el español respondió al llamado. Primero, anotó el 1-3 con un excelente remate de cabeza. Después, habilitó a David Luiz para el segundo tanto y ponerle emoción al asunto.
Además, antes del gol del defensa brasileño ya se habían quedado con dos menos. Cesc Fábregas vio la roja después de una entrada que hizo notar su desesperación. Mal y de malas para el Chelsea.
Este no es buen augurio para el equipo. Solo el Manchester United (en la era de la Premier League) ha salido campeón después de perder su juego inaugural.
