Regresó la NFL y lo hizo de grandísima manera. Los Kansas City Chiefs le arruinaron la presumida de campeonato a los New England Patriots y los vencieron a domicilio. Sí, aunque parecía algo que no era posible, Andy Reid y compañía lo lograron. Los Arrowheads convirtieron el Gillette Stadium en un funeral con su triunfo 42-27.

Las cosas comenzaron bien para Tom Brady y sus Pats. Anotaron en la primera serie ofensiva del partido. Todo parecía que sería un paseo por el parque, pero Alex Smith pensaba diferente. Al medio tiempo New England se fue con la ventaja de un touchdown pero el gusto les gustaría poco.

Para la segunda mitad Smith dejaría de ser ese “manager” del juego para dar posiblemente el mejor juego de toda su carrera.

El mariscal de campo ex de los 49ers se mandó un partidazo. Casi 400 yardas por aire y cuatro pases de anotación. Esto se juntó con la gran demostración del novato Kareem Hunt. En su primer acarreo tuvo un balón suelto pero de ahí respondió con 100 yardas terrestres y casi 100 por aire. Estos números solo se han visto dos veces desde 1970, cuando lo hizo Billy Sims y posteriormente Marshall Faulk.

Asimismo, la defensiva de los Chiefs encontró la manera de detener a Brady. En el tercer y último cuarto Justin Houston acumuló dos capturas y Tom sintió la presión, que tuvo como consecuencia muchos pases incompletos.

Gracias a este resultado los Chiefs rompieron una racha espectacular de sus rivales. Los Patriots no perdían un juego desde el 24 de diciembre del 2000, yéndose con la ventaja al medio tiempo.

¡Qué gran inicio de la NFL y lo que nos espera!

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