Cruzazulear: Dígase de toda acción o circunstancia que deja en ridículo a Cruz Azul en instancias clave o en los últimos minutos del partido. Esa es más o menos la definición del verbo que identificó a La Máquina durante sus últimos años en el estadio Azul.

Sin embargo, ahora que se ha cambiado al estadio Azteca puede que tengamos que modificar la definición, pues el conjunto cementero no fue traicionado por los últimos minutos, esos que también tienen 60 segundos.

El conjunto cementero regresó al Coloso de Santa Úrsula y cuando muchos apostábamos a que el juego contra Puebla terminaría sin goles, cayó una lluvia de goles con la cual los celestes firmaron el 3-0 con el que sumaron sus tres primeros puntos.

Lo más interesante, curioso o destacado, y que tiene aún más felices a los seguidores cementeros, es que los tres tantos fueron de tres refuerzos. El primero fue del colombiano Yair Rentería, a los 80 minutos.

El segundo lo convirtió Milton Caraglio desde el manchón penal y el pilón lo firmó Elías Hernández.

 

Qué onda con la afición

Pese a que en redes sociales se decía que el estadio Azteca luciría lleno, esto no fue real. El inmueble lució varios huecos en las tribunas, pero no fue una mala entrada y alcanzó para tapar el escudo del América que está pintado en una de las cabeceras.

El único negrito en el arroz fue el regreso del famoso grito hacia el portero rival cuando despeja y el cual tanta lata le dio a la Selección Mexicana en el Mundial de Rusia, en el que se amenazó con quitarle puntos al Tri ¿Se podrá erradicar en la Ligas MX?

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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