La fidelidad en el deporte es un tema bastante complicado. A un jugador que se le vea abandonando al equipo que le dio la oportunidad, se le tacha como traidor y vendido. Sin embargo, también hay quienes lo comprenden y entienden que es una profesión, por lo que están buscando el mejor postor para sus servicios.

La NBA no se salva de estas situaciones. Al contrario, año con año vemos en la agencia libre sorpresas de abandonos de equipo en búsqueda de dinero y éxito. El problema es cuando se meten otros aspectos que complican una decisión.

A DeMarcus Cousins le está pasando esto. El centro de los Sacramento Kings es uno de los mejores en su posición, pero su equipo no le ayuda a tener más reflectores. Al contrario, Cousins se pierde entre las estrellas porque su equipo no consigue meterse en puestos de playoffs.

En esta temporada es el jugador que más gana de su franquicia y está en el Top 10 de los mejores pagados en su posición. Es decir, dinero no le falta, pero sí trofeos de campeón.

Se habla mucho de su posible renovación contractual, aunque aún le falta un año en su acuerdo actual. Los rumores indican que los Kings están dispuestos a darle hasta 200 millones de dólares con tal de que se quede y aquí es donde está la encrucijada.

DeMarcus Cousins

¿Quedarse en un equipo que no aspira al título por el dinero y ser fiel o irse para lograr mejores cosas? Como diría William Shakespeare “esa es la cuestión”.

A los fans de Sacramento les dolerá muchísimo si se van y lo mejor que podría pasar es que la directiva busque armar un equipo competitivo a su alrededor. El mismo DeMarcus ha dicho que le gustaría llevar a su equipo a John Wall, base con el que jugó en la universidad y ahora la rompe con los Washington Wizards.

Pero está el otro lado de la situación, donde Cousins se va a un equipo que aspire al título. Tiene que quedar claro que son pocos los que realmente pueden ir por el Larry O’Brien. Buscar hacer un cambio para irse a hacerle compañía a James Harden con los Rockets, a los mismos Wizards de su amigo John o a los Celtics que están a un jugador de ser un equipazo.

Aquí el egresado de Kentucky podría sacrificar su contrato para ganar partidos. Hacer lo que hizo en su momento Tim Duncan o Dirk Nowitzki, quienes recibían un cheque mucho menor a su talento, pero tenía un equipo sumamente competitivo.

Veremos cómo se dan las cosas, pero no hay duda que DeMarcus Cousins está en un gran dilema. Al momento en que tome la decisión, veremos si le llamó más la fidelidad y el dinero o las ganas de ganar un trofeo.

***Fotos Getty Images

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