Una edición más del llamado ‘Clásico de la Concacaf’ está por llevarse a cabo en territorio americano. Los Estados Unidos tienen una cuenta pendiente contra el cuadro tricolor, pero aún más específico en contra de Ricardo el ‘Tuca’ Ferretti, quien hace un par de años comandó a la Selección Mexicana a la Copa Confederaciones del 2017 pasándole por encima a los americanos en un duelo de alarido, pues se extendió hasta los tiempos extras y sobre el final lo ganó el Tri.
Vamos a ponernos un poco en contexto. El jugo tuvo lugar en Pasadena, California, en el Estadio Rose Bowl justamente el 10 de octubre del 2015. Era el partido final para determinar qué equipo clasificaría a la Copa Confederaciones del 2017 ya que el ganador de la Copa de Oro 2013 (Estados Unidos) se enfrentó al ganador de la Copa de Oro 2015 (México) para decidir al representante del área. El duelo fue peleado, aguerrido y sumamente parejo.
Con el ‘Tuca’ en el banquillo, y con un equipo ‘poderoso’ a su mando, comenzaron ganando el juego con un gol de ‘Chicharito’ al minuto 10; Cameron lo iba a empatar al minuto 15; el juego seguiría así hasta los 90 minutos, pues todo se iría a los tiempos extras. Oribe Peralta se encontraría con el gol de la ventaja al 96; Wood llegaría desde atrás a igualarlo en el 108; y para hacer la hazaña y como todos recordaremos, Paul Aguilar se aventó una volea a lo ‘Tuca para poner cifras finales de 2-3 al 118.
El conjunto de ‘las barras y las estrellas’ no puede olvidar ese hecho, pues hasta ese momento y tomando en cuenta los resultados previos, en teoría eran favoritos para ese cotejo y aunque estuvieron muy cerca de vencer a Moisés Muñoz, quien ya se ha retirado del futbol oficialmente, no pudieron hacerlo.
Ahora se medirán en un duelo de moletour Fecha FIFA, el cual será el número 68 en todo su historial, pues de los pasados 67, el historial favorece a México ya que tiene un total de 34 victorias, suma 15 empates y 18 triunfos para los Estados Unidos. El ‘Tuca’ Ferretti una vez más está bajo el mando de México y tratarán de emular lo hecho en el 2015, donde además de un amistoso, siempre se juega el orgullo.
Los americanos nos tienen cierto odio; general y deportivo y el ir a su casa y ganarles, siempre será lo mejor que le pueda pasar al futbol mexicano, más con un equipo tan joven que está tratando de consolidarse de forma internacional.
