La primicia de cualquier deporte es ganar (de niños nos dicen que es divertirse). Aunque sea una práctica, el atleta siempre intentará vencer a su oponente, y así, mejorar su rendimiento. Esta ley también se da en la NFL, aunque sea pretemporada. Sin embargo, en muchas ocasiones el rumbo de una temporada no se refleja en cuantos encuentros de práctica ganaste.
Primero que nada, sólo en una semana se utiliza al equipo titular por más de un cuatro, casi siempre es el tercer juego. Por lo tanto, el resultado depende de suplentes, que aunque son deportistas de alto rendimiento, por algo están en la banca. Así, los marcadores en pretemporada pueden ser muy poco elocuentes, pues una franquicia que en el papel se muestra muy superior puede ser vencida.
Además, el récord de ganados nunca reflejará cómo se dará la temporada regular. Para ejemplificar hay dos casos muy peculiares y, aún más raro, se dieron en el mismo año. En el 2008, los Detroit Lions y New England Patriots, nos regalaron dos temporadas perfectas, aunque en sentidos contrarios.
La franquicia de Massachusetts logró algo que sólo los Dolphins del ’72 habían conseguido: terminar la temporada regular sin una sola derrota. Por supuesto, la historia les negó el campeonato ante los Giants, pero aunque parezca tonto los pupilos de Bill Belichick no ganaron un solo juego en la pretemporada ese año.
Mientras, en los juegos de preparación del 2008 los Lions salieron invictos. Un récord perfecto de 4-0 les auguraba una buena campaña, pero sucedió todo lo contrario. Durante la temporada no consiguieron vencer a nadie, perdieron a su gerente general en la semana 4 y les anotaron la mayor cantidad de puntos en una temporada en la historia de la liga.
Para que te pongas una meta, la media de los equipos ganadores de Super Bowl es de dos ganados y dos perdidos en pretemporada. Por lo tanto, ahora que fiebre de la NFL ha regresado con estos partidos la preocupación por ver ganar a tu equipo no debe apoderarse de ti, pueden perder todos y tener una campaña de ensueño o ganar los cuatro encuentros pero con un destino desastroso.