Recientemente se celebraron los 18 años de la Máquina sin poder ser campeones de Liga. Todas esas final perdidas y toda la desilusión que se generó durante estas temporadas tiene varios culpables: los directivos, los entrenadores y los jugadores que han pasado sin pena ni gloria.
En la suma de estos factores se da la situación que vivió Emanuel Villa. El delantero argentino llegó del Derby County un junio del 2009 a la institución celeste. Desde el comienzo se tomó muy a pecho la camiseta del Cruz Azul y se proclamó campeón de goleo con 17 goles en 17 partidos.
Tuvo temporadas irregulares, nadie lo negará, pero siempre se le reconocía el esfuerzo y la entrega en cada partido que disputaba. El gol contra el América en el que desplaza a Aquivaldo Mosquera es la definición de su forma de jugar y por lo que la gente le tomó cariño.
Como casi ni les gusta en Cruz Azul, se tomó una mala decisión y deshicieron de él. Su transferencia a Pumas dejó muchas dudas en la afición cementera, pero en ese torneo los universitarios pretendían reforzarse fuerte. Su paso por los felinos fue de más pena que gloria, sobre todo con las decisiones que tomaba Mario Carrillo de no alinearlo.
Posteriormente pasó a Tigres, donde tuvo buenas actuaciones pero su carrera fue viendo las últimas. Su baja fue tal que ni siquiera fue inscrito en el Clausura 2014 por “mala forma física”.
La última parada: Gallos Blancos, ahí parecía que sería el final de su historia. Empero, el torneo que acaba de finalizar terminó como campeón de goleo (empatado con Mauro Boselli) y revivió al ‘Tito’ Villa.
Desde que se fue la delantera de Cruz Azul fue cubierta por los siguientes individuos: Mariano Pavone, Roque Santa Cruz y Vicente Matías Vuoso.
Pavone es de lo más rescatable, tenía entrega pero poco gol. Su cuota fue disminuyendo año con año y jamás rindió de gran manera. La historia de Roque es de esas que parecen repetirse una y otra vez en la Máquina: pinta para mucho y entrega nada. Vuoso tiene problemas físicos y difícilmente rendirá 90 minutos.
Viendo ahora como han estado las cosas en la Noria y su delanteros, Villa jamás debió dejar Cruz Azul. Nadie afirma que la Máquina con ‘Tito’ mataría la maldición de los 18 años, pero especulando un poco las cosas podrían ser diferentes.