La historia de los jugadores de Lobos BUAP, William Palacios y Julián Quiñones dio un giro inesperado.

Resulta que primero se les vinculó en una riña en un bar que, según había provocado el primero de ellos; sin embargo, ya salieron a la luz nuevas versiones de lo sucedido.

De acuerdo con el testimonio de un integrante del Patronato de Lobos BUAP y periodista, de nombre Pepe Hanan, el altercado ocurrió a las 3:00 horas del domingo pasado.

“Resultó que Palacios se fue de fiesta después del partido (ante Pachuca), se fue a cenar, después a un bar que se llama ‘La Santa’ y después de eso regresó y quiso entrar a su departamento y empezó a tocar”.

Debido a que la pareja del jugador no le abría la puerta, Palacios empezó a hacer un escándalo al grado de que Julián Quiñones, quien es su vecino, escuchó, salió de su departamento y trató de convencerlo de que se calmara, pero éste se negó.

“Cuando la señora le abre comenzó reclamarle porque no le abría y amagó con pegarle, entonces fue cuando Quiñones se metió para defender a la señora y ahí se desencadenó la batalla que todos conocemos”, relató Hanan en declaraciones que publica el periódico Reforma.

En esta nueva versión de los hechos no queda claro si los futbolistas y compañeros en ese momento utilizaron alguna clase de objetos para agredirse, pues lo que es una realidad es que ambos terminaron en el hospital.

Palacios se defiende

Y como todas las historias tienen dos o más versiones, William Palacios utilizó su cuenta de Twitter para señalar que Lobos BUAP está manipulando la información.

“Aún no digo nada de lo sucedido. Estoy esperando que nos pidan nuestras declaraciones porque somos los únicos que sabemos lo sucedido y todo lo que ha pasado. Segundo, tenemos pruebas de cómo pasó, cuento con todo el apoyo de la persona que está conmigo y está involucrada en los hechos para esclarecer todas las mentiras.

“Por último, el club a mí me ha pedido discreción, pero están manipulando las cosas a su conveniencia y solo están escuchando el lado de una versión. Para terminar, estoy totalmente dispuesto a decir la verdad”, escribió el colombiano que fue dado de baja del equipo luego del incidente.

Y como no fue suficiente el primer mensaje, dos horas después William insistió que está bien junto a su familia, al tiempo de descartar que haya golpeado a alguien.

“Mi familia y yo estamos estables. Nunca le pegué a nadie y tenemos pruebas de que eso ha pasado. Ella me apoya y estamos felices en casa”, indicó.

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