Las críticas sobre las decisiones que toman los árbitros en la NFL son de cada domingo. Por supuesto, éstas son muy válidas pues los deportes de Estados Unidos son los que más tecnología permiten, así que en realidad no hay pretexto.
Claro, no se puede contar la temporada que quienes pitaban los partidos eran suplentes. Ese “Fail Mary” del partido entre Seahawks y Packers pasará a la historia como una de las peores marcaciones. Después de eso la liga llegó a un acuerdo con el sindicato y regresó el “arbitraje normal”.
Sin embargo, ahora que están los que se suponen los titulares la situación es similar o hasta peor. Las constantes reuniones entre referees y la eternidad que les toma hacer un anuncio del castigo es abrumadora; en ocasiones parece que no saben lo que están haciendo o el por qué lanzaron un pañuelo.
Las reglas son complicadas y demasiadas, pero en promedio su sueldo es de tres mil dólares por partido, así que no están mal pagados para que no sean eficientes. Asimismo, la controversia de lo que es una recepción y no los hace cometer aún más errores.
Aunado a esto, en uno de los partidos más memorables de esta temporada Aaron Rodgers logró un Hail Mary para ganar el partido ante los Lions sin tiempo en el reloj. Muchos recordarán ese momento, pero nos olvidamos que es jugada jamás hubiera sucedido sin el castigo de falta personal que se marcó indebidamente. Claro, los pañuelos son algo que no se puede retar o revisar con repetición, porque esto quemaría tremendamente la credibilidad de los árbitros.
Ahora, la NFL salió a decir que ayudarán más a los referees en esta postemporada, lo cual indica que son conscientes de que lo están haciendo mal. En cualquier situación de la vida, si alguien hace algo bien no necesita apoyo ni mucho menos.
Es probable que la crítica sea mayor por el impacto de las redes sociales. Empero, cuando un entrenador como Sean Payton, de los Saints, prácticamente descalifica las decisiones de los árbitros algo anda mal.
La NFL es una de las ligas más espectaculares del mundo, con atletas con extrema preparación física y mental, deja una cantidad de dinero exhorbitante, pero definitivamente tiene que mejorar esta temporada con los árbitros o se verán en aprietos en el futuro.