Uno de los equipos que más ruido han hecho durante este mercado de fichajes es el Everton. Los Toffies han mostrado su intención de fichar mucho sin gastar cantidades exorbitantes.

Bajita la mano, Ronald Koeman y compañía invirtieron en buenos futbolista que no eran tan caros. Es decir, en vez de comprar uno o dos de alto precio, prefirieron reforzar todas sus líneas y convertirse en el Caballo Negro de la Premier League.

La transferencia más importante y llamativa fue la del Wayne Rooney. Después de 13 años el hijo pródigo volvió al equipo que lo vio nacer y de ahí, irse al Manchester United. Con los Red Devils se desarrolló, rompió récords y ahora regresa a ayudar al Everton.

Claro, no es el reemplazo de Romelu Lukaku ni mucho menos. Lo que aporta Rooney es experiencia y mentalidad ganadora, mismas que le hacían falta a este equipo.

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Otro gran fichaje, aunque no haya tomado los titulares, fue el de Michael Keane. El defensa central llega del Burnley y pagaron casi 30 millones de euros por sus servicios.

A Keane lo querían grandes equipo de la Premier, como el Manchester United. Sin embargo, el de sangre irlandesa decidió fichar con los Toffies y armar una zaga joven y que podría ser el futuro del futbol inglés.

Porque además de buenos fichajes, Everton parece tener los mejores scouts en toda la isla. En sus filas cuentan con muchachos como Tom Davies, Mason Holgate y Ademola Lookman que pintan para ser estrellas más temprano que tarde.

Tienen esa combinación de experiencia y juventud que muchos buscan. Estos chicos están comandados por veteranos como Rooney, Ashley Williams y Gareth Barry para dar una buena fórmula.

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Finalmente, el que podría ser su mejor futbolista si cumple las expectativas es Sandro Ramírez. El español llega del Málaga donde se convirtió en figura y ahora inicia su travesía en el futbol británico.

Sandro podría ocupar esos huecos que dejan Lukaku y Ross Barkley para convertirse en el nuevo referente. Talento tiene y mucho, solo falta ver si se se adapta a la liga.

Así, Everton podría ser ese equipo incómodo. Un club que se le dificultará a la mayoría de los llamados grandes y en una de esas se anda metiendo entre los primeros cinco o seis. Ganar la Premier sería muy complicado, pero si el Leicester City lo hizo hace unos años ¿por qué no los Toffies?

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