Durante la emisión de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, hemos visto grandes despliegues de talento de los más increíbles atletas alrededor del mundo. Algunos son recordados por conseguir la gloria, y otros por dar lo mejor de sí mismos en el intento.
Mientras unos deportistas se ven limitados por las circunstancias en las que se entrenan para las competiciones, hay otros como el japonés Hiroki Ogita, que ve su sueño frustrado por razones más “personales”.
Este hombre quedó en el lugar 21 al competir en salto de pértiga, después de realizar un salto de 5.45 metros. Desafortunadamente, no pudo avanzar más, debido a que cierta parte de su cuerpo le hizo una mala jugada.
¿Qué fue lo que ocurrió exactamente? Bueno, el muchacho saltó como debía y estuvo a punto de lograrlo, pero en el último momento, fue su propio pipián el que acabó con sus sueños al tirar la pértiga que había conseguido saltar. Gracias a las maravillas de la tecnología, podemos ver en cámara lenta cómo el culpable sacó a Hiroki de la competición:
Sin duda, un evento desafortunado. Esto nos deja como lección, que a veces, las joyas de la familia vienen con un precio muy alto a pagar.
Más suerte para la próxima, señor Ogita.
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