En una liga plagada de equipos con gran poder adquisitivo, de un nivel que no todos pueden tener, ha surgido el humilde Leicester City, equipo que hoy funge como el líder de la Premier League y que pinta para ser campeón.
Aún restan más de 10 jornadas en Inglaterra, pero la inercia apunta a que campeonarán, algo que haría feliz a Leigh Hebert, un fanático de los Foxes quien hace unos meses llevó a una casa de apuestas su dinero para ver si se gestaba el milagro: el Leicester tiene que ser campeón.
Este hombre es un humilde carpintero, quien tenía cinco libras disponibles y decidió meterlas en una apuesta que a la larga le dejaría 25 mil, ya que pagaban 5 mil por cada libra que apostaras.
Incluso si ahora se vienen abajo, ha merecido la pena por estas cinco libras. Les vi jugar la temporada pasada y no lo hacían mal,pensé que podrían darme algo. Lo primero que pensé días después es que perdería aquel billete, no soy muy de apostar, solo una libra o dos por el Grand National.
El conjunto de Claudio Ranieri está a cinco puntos del Arsenal y Tottenham que son segundo y tercer lugar y a seis del Manchester City que tiene una estratosférica fortuna invertida en su plantilla.
