Qatar tuvo la mayor de las ventajas en la historia como sede de un Mundial. En 2010, Joseph Blatter, entonces presidente de la FIFA, anunció a este país como sede del Mundial 2022, por lo cual contó con 12 años para preparar su Mundial y desde entonces fue criticado por el clima en verano, por ser un territorio pequeño, por su cultura y por su infraestructura.

Qatar es habitado por menos de tres millones de personas, por lo cual tiene menos pobladores que el estado de Coahuila, y por esta razón no cuenta con la infraestructura necesaria para albergar a millón de personas, ni cumplir con las necesidades básicas requeridas en la Copa del Mundo.

Hospedarse en un hotel no es algo que todos los aficionados puedan hacer, porque no hay tantos hoteles y por los precios y aunque se construyeron edificios que son una especie de condominios, no fueron suficientes para recibir a todos los aficionados, de modo que los organizadores optaron por hospedar aficionados en cruceros y crear una villa a las afueras de Doha, donde fueron instalados cerca de mil habitaciones con contenedores metálicos y carpas de plástico.

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La Fan Village, ¿un paraíso ficticio?

Antes de iniciar el Mundial, los aficionados pudieron encontrar imágenes que, como califica El País, eran un paraíso en medio del desierto, con habitaciones o cabinas coloridas, además de una zona especial con pantallas gigantes y pufs, además de canchas de futbol, basquetbol y hasta gimnasio al aire libre.

Esta es la mejor opción para hospedarse en términos económicos, pues pasar cada noche en el lugar cuesta 200 dólares, casi cuatro mil pesos mexicanos. Sí, cuatro mil pesos por noche es la opción “más económica” en Qatar.

La percepción de ese paraíso ha cambiado conforme han pasado los días, y ya con miles de personas ocupando el lugar, y es que algunos de estos contenedores no habían sido habilitados, de modo que se entregaron tarde y con instalaciones aún no terminadas o sucias, con arena del desierto, aunque también hay muchos seguidores conformes.

Al ser contenedores metálicos y carpas de plástico estos lugares guardan mucho calor, por lo cual para algunos aficionados resulta un martirio permanecer en estos lugares, sobre todo durante el día y por ello sólo ocupan el lugar sólo para dormir.

Al inicio del Mundial, estos lugares estaban nuevos, bien pintados y limpios, pero las condiciones cambian conforme pasan los días. Los lugares se llenan de arena del desierto y para algunos ya no es un lugar cómodo con miles de personas habitando este pequeño espacio.

Algunos aficionados han reportado que no se cumplen con las necesidades básicas, pues en algunas carpas y contenedores no hay agua o ésta es sucia. En el caso de los contenedores, el baño está al interior, pero en el caso de las carpas hay que bañarse en baños externos, pequeños y al paso del tiempo posiblemente poco higiénicos.

Un lugar al cual no pueden ingresar periodistas

A esta villa sólo pueden entrar aquellas personas que se hospedan, claro, con sus 200 dólares en mano, de modo que la prensa no puede ingresar al lugar, bajo el argumento de atentar contra la privacidad de la gente.

De esta manera, son los propios aficionados que ocupan estos contenedores como habitaciones los que han filtrado imágenes y videos del lugar, en los cuales detallan que los espacios se componen por pequeñas camas, además de baño completo por cada contenedor.

Reuters

Una vez terminada la Copa del Mundo, la Villa para Fans dejará de existir de todo esto sólo quedará el recuerdo y la anécdota.  

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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