Imagínate que acabas de meter un golazo con el que tu equipo remonta el marcador, sales corriendo todo eufórico hacia la banca, donde tus compañeros, los troncos, te esperan para abrazarte porque realmente te volaste la barda con tu soberbia definición.

Después de tanto manoseo y zape durante el festejo, te dispones a regresar a la cancha te enteras que el árbitro anuló tu gol por culpa de uno de tus compañeros. Pues eso le pasó al francés del Marsella, Dimitri Payet, en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League, ante el Lepzig.

Corría el minuto 16 del duelo entre el Olympique de Marsella y el Leipzig y la remontada estaba cerca para los franceses que habían ganado la ida 1-0. Para ese momento el marcador global era un empate a dos tantos y el gol de visitante beneficiaba a los alemanes.

Payet recibió el esférico de Konstantinos Mitroglou, encontró el espacio, sacó un disparo de derecha al ángulo e infló las redes. Gol –dirían por ahí­– “para pararse de pie”, pero el silbante anuló la acción de forma correcta, pues mientras Payet se perfilaba para firmar su golazo, Mitroglou se le colgó al defensa Stefan Ilsanker cínicamente, acto que observó el juez de línea, quien indicó al silbante central que debía anular al gol. Ver para creer.

Para fortuna de la parcialidad francesa, el Marsella se impuso 5-2 (global 5-3) y clasificó a las semifinales de la Europa League y Payet marcó el cuarto tanto.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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