Por Miguel Ángel Delucio | @miguel_delucio

Nadie puede o debe olvidar lo que pasó el 19 de septiembre. Un sismo azotó a México, pero el mexicano respondió como solo él lo sabe hacer. Después de 40 días de esta tragedia, el mundo vio que el país está arriba, que la nación no se dejó y sí, que los mexicanos somos chingones.

¿Cómo es que lo vieron? Con el mejor evento que tiene la Fórmula 1, el Gran Premio de México. Van dos años consecutivos que este GP gana el premio al mejor y este año no cabe duda que lo volverá a hacer.

Hay una mística que nadie en el orbe puede igualar y ni siquiera se acercan. No solo se respira velocidad, gasolina y emoción. Se percibe amistad, se palpa en el aire un sentido de unión y por supuesto, de apoyo a Sergio Checo Pérez. Al Autódromo Hermanos Rodríguez no le cabía un alma más y todos estaban al 100% con el orgullo nacional, con el piloto de Force India.

Foto: Getty Images

Lo aficionados todos uniformados, sus tenis y gorras de Mercedes, Ferrari, Red Bull y esa clase que caracteriza a este tipo de indumentaria Puma.

Otro aspecto sumamente valioso fue el desfile de Día de Muertos. Porque el Halloween no es de aquí y se mostró todo lo que nuestro país tiene que ofrecer culturalmente. Como diría lo Germán Dehesa: “Lo que nos hace internacionales es lo local” y así fue.

Los colores, los bailarines, las flores y las banderas. Este Día de Muertos tomará un significado diferente, pues además de celebrar a nuestros fallecidos, recordaremos a esos que nos dejaron hace poco por el temblor.

Y los homenajes continuaron, porque en la vuelta 19 sucedió algo bellísimo. Como cuando estábamos quitando escombro, como cuando estábamos llevando víveres, como cuando la vida de nuestros hermanos estaba en peligro, México levantó el puño.

Por supuesto, todo este ambiente no dejó atrás a lo que los fans quería, la carrera. Desde la primera vuelta los pilotos mostraron que no se iban a andar por las ramas.

Entre Sebastian Vettel, Max Verstappen y Lewis Hamilton se pelearon la primera posición. Pequeños toques, y roces dejó fuera de combate al inglés, que tuvo que entrar a pits por un cambio de llantas.

Bajó hasta el último lugar y la remontada se veía casi imposible. Y mucho tiene que ver con lo que dijo el mítico piloto, Emerson Fitipaldi: “Las carreras no se ganan en la primera vuelta, pero sí se pierden”.

Foto: Getty Images

Hamilton lo intentó, pero no pudo aunque la suerte le ayudó. Sebastian tenía que ganar o quedar en segundo lugar para que la competencia siguiera viva, pero no lo logró ¡Lewis Hamilton es tetracampeón del mundo!

Mientras, el ganador fue Max Verstappen, mismo que la gente comienza a querer mucho. Joven, temerario y atrevido, justo como nos gustan a los mexicanos los deportistas. El holandés se separó y de ahí nadie si quiera le veía el humo.

Fue un Gran Premio de México. El primer año fue la emoción del regreso, el segundo superar lo que se hizo anteriormente, el tercero fue para demostrarle al mundo entero que el mexicano siempre va para adelante y con la cabeza en alto.

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