En el deporte ha quedado claro que no hay nada que sea imposible, seas joven, adulto; hombre, mujer… o hasta un perro. El mundo de los maratones está vuelto loco pues un adorable canino llamado Cactus, es un maratonista que ha recorrido una de las pruebas más difíciles del mundo, por lo que su historia se ha difundido a nivel mundial y aunque a muchos no les parezca por la foto donde se ve ‘humilde’, es todo un campeón.

Foto: New York Times

Vamos a ver esta divertida historia que nos brindó ‘The New York Times‘. Resulta que en el Maratón de las Arenas o Des Sables, muy popular en el mundo, reunió a cientos de corredores que se han preparado por meses, incluso años para recorrerlo, pues es una de las pruebas más demandantes del mundo tomando en cuenta que se realizó en el desierto y el sol, arena y temperatura es un obstáculo tremendo.

Esta competencia dividió en diversas etapas ya que había que recorrer un total de 140.7 millas, pero nadie pensó que habría un competidor muy peculiar. Un perrito apareció entre los competidores y causó una enorme sensación, pues no sólo fue a ver a las personas o a buscar comida, sino que se dispuso a seguir a un gran grupo de personas en su viaje por el desierto. Según parece por eso fue llamado Cactus.

Foto: New York Times

El caso es que Cactus no compitió en la primera etapa, pues al momento en que llegó a la competencia ya estaban algo avanzados, pero de ahí en adelante supo hacer las cosas bastante bien, pues pese a no tener una preparación como las personas, afrontó muy bien este reto.

Cactus se saltó la primera etapa del domingo, pero corrió cerca de 15 millas el lunes, luego completó las 23 millas de la etapa del martes y el total de la etapa de 47.4 millas el miércoles, mostrando una gran capacidad de recuperación y una habilidad deslumbrante para navegar por las dunas. Nadie podía creer lo que habían visto.

Foto: New York Times

Este adorable perrito completó el circuito en un tiempo total de 11 horas con 36 minutos, quedó en el lugar número 52 aparentemente en el conteo general dentro de un registro de más de 800 participantes; le otorgaron una medalla por haber hecho esta prueba que no se imaginaban que fuera pasar y aunque si tuvo algunos percances, sus patitas no presentaron daños, como los pies heridos de las personas.

Cactus en una parte de la competencia vomitó por el inmenso calor y tuvo que descansar en un camión dentro en la competencia, por lo que reposó un rato y después siguió corriendo.

Foto: New York Times

Este perrito la verdad es que no sufrió del todo correr pues los organizadores del maratón le dieron comida, agua, sobaban sus patas, le daban cariño, le pusieron un lugar para dormir a gusto y lo mejor de todo es que él no tuvo que pagar la cuota de 3 mil 500 dólares (quizá un poco menos) como lo hicieron los participantes ‘humanos’. Cactus vivió una de las mejores experiencias de su vida.

Los participantes quedaron más que encantados de ver a Cactus en el maratón, pues incluso ya piensan en llevar a sus perros para el siguiente año, por lo que no sólo impuso una marca impresionante, sino que ahora podría imponer una nueva forma de competir.

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