El primer Sunday Night Football de la temporada de la NFL no decepcionó. Fue un Clásico de División que ganaron los Green Bay Packers por 24-23 sobre los Chicago Bears.
El partido empezó de lado cargado de los Chicago Bears. El show se lo robó el recién adquirido, Khalil Mack. El ex defensivo puso en aprietos a Aaron Rodgers. Al grado de que el mariscal de campo tuvo que abandonar el campo por un momento, con una aparente lesión.
Con el suplente DeShone Kizer, Mack continuó con su show. Khalil le robó el ovoide le robó el balón y lo metió a zona prometida. Al final de la primera mitad, los Chicago Bears lideraban el marcador con un contundente 17-0.
Para la segunda mitad Aaron Rodgers regresó. En una pierna, la derecha. Los movimientos del quarterback no eran los mismos pero la precisión y potencia de su brazo, le terminaron resultando. Llegaron al último cuarto perdiendo 20-3.
Lanzando rápido y preciso, Rodgers se aventó un pase de 39 yardas para Allison, quien recibió en las diagonales para acercar a los Packers. En la siguiente serie ofensiva, con pases rápidos y precisas el ovoide terminó otra vez en zona prometida. Esta vez con un pase de Aaron a Devonta Adamas de 12 yardas. La ventaja para los Bears ya era sólo de 3 puntos.
Chicago aumentó ligeramente la ventaja con un gol de campo. Parecía que habían logrado contener a la ofensiva de los Packers. Pero en tercera oportunidad, Aaron Rodgers encontró solo a Randall Cobb, quien se escapó 75 yardas para darle la vuelta al marcador.
20 imágenes del triunfo de los Packers sobre los Bears:
