En el minuto 90 del partido ante el Real Madrid, Manchester City tenía el boleto a la final de la Champions League 2022 en la bolsa y firmado. Pero en cuestión de segundos, Rodrygo convirtió un doblete y empató el marcador global 5-5, por lo que el juego se definió en tiempos extra y ahí Karim Benzema hizo el gol que llevó a los merengues a la final con Liverpool.
De esta manera, Josep Guardiola se quedó una vez más con las ganas de ganar la Champions League, desde que salió del Barcelona. En Alemania se dice que el Bayern Munich de Pep fue una obra maestra inconclusa, a falta de la corona en la Champions, y en el City las cosas de plano no se le dan, tal vez por la “maldición africana”.
¿Qué dice la maldición africana sobre Pep Guardiola?
En 2021 llevó a los Citizens a la final de la Champions y cayeron 1-0 ante Chelsea, y desde entonces cobra fuerza la teoría sobre una maldición, la cual surgió en 2018 y fue creada por el Dmitri Seluk, representante de Yaya Toure.
Toure formó parte de aquel mítico Barcelona que ganó el sextete, pero no compenetró con Pep, por lo que en 2010 se marchó al Manchester City, donde se convirtió en una de las máximas figuras del club… hasta que llegó Guardiola en 2016.
Durante dos temporadas, Toure padeció al rechazo de su estratega, quien lo fue limitando en cuanto a oportunidad de juego y en 2018 el jugador se fue libre y fue ahí cuando las palabras de Seluk resonaron y dieron forma a la “maldición”.
“La forma en que actuó con Yaya, una leyenda del club, inventando varios pretextos para no dejarlo jugar. Ha puesto a toda África en su contra, muchos fanáticos africanos se han alejado del Manchester City. Y estoy seguro de que muchos chamanes africanos no dejarán que Guardiola gane la Champions League en el futuro. Será como una maldición africana sobre Guardiola. El tiempo dirá si tengo razón o no”, dijo en 2018, de acuerdo con bleacherreport.
La maldición más popular en Champions
La maldición más importante que pesa en la Champions League es la que decretó Bela Guttmann, quien hizo campeón al Benfica en 1961 y 1962. Después tuvo diferencias con la directiva, que le negó un aumento de sueldo y lanzó la maldición: “Sin mí, Benfica no ganará ningún título europeo en 100 años”.
Guttmann falleció en 1981 y la directiva del Benfica ha visitado su tumba en repetidas ocasiones para ofrecerle perdón, con la esperanza de que la maldición desaparezca, aunque las muestras de arrepentimiento no han surtido efecto.