Hoy por hoy está totalmente recuperado y limpio, pero hubo momentos de gran sufrimiento para Julio César Chávez cuando las drogas y el alcohol se apoderaron de su vida, a tal grado que puso su vida y la de los demás en riesgo.

No es un secreto que el excampeón mundial de boxeo ingería diversos tipos de sustancias, que gustaba de beber demasiado alcohol y algunas otras situaciones que lo sobrepasaron al término de su carrera.

Fue así como en una conferencia del Rotary Internacional, el mayor de la dinastía Chávez confesó que estuvo a unos segundos de suicidarse, simplemente que la pistola no funcionó como debía y eso lo mantuvo vivo:

Fue algo muy difícil para mí la verdad, muy triste para mí. La verdad, dije ‘ya no puedo más: me voy a quitar la vida’… Y si la verdad sí estuve a punto de quitarme la vida. Afortunadamente, gracias a Dios, no pasó; no pasó porque fue un milagro de Dios, la verdad, porque la pistola se me trabó. Cuando le jalé recuerdo que mi cuñado me la quitó y fue cuando salió el balazo

De igual manera le dejó ver a los asistentes en una plática de poco más de una hora, que los problemas eran tales, que estuvo a punto de quitarle la vida a un amigo y a su hermano:

En mi adicción estuve a punto de matar a un amigo, y también estuve a punto de matar a un hermano.

Ahora el mejor pugilista mexicano de todos los tiempos dirige algunas clínicas de rehabilitación en Tijuana, además de ser comentarista de televisión para algunas cadenas internacionales.

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