La idea de ver carreras de autos que no tienen un gran sonido puede ser hasta cierto punto aburrido. Una de las mayores primicias para ver coches de carreras es ese rugir del motor, ese que estremece el oído y enchina la piel.

Sin embargo, la Fórmula E ofrece algo que no se puede superar o comparar: futuro y sustentabilidad. No son los monoplazas más rápidos que verás en tu vida, su velocidad máxima es de 220 km/hr, pero el sólo hecho que se utilicé un 10% del presupuesto en la Fórmula 1 y se ayude a la sustentabilidad del medio es algo de admirar.

Claro, es injusto comparar un F1 o cualquier categoría a con estos autos, al contrario nadie debería atreverse. El desarrollo de estos no sólo es por dar una carrera rápida, o dar buenos piotos, el objetivo es ayudar al medio ambiente en un momento que lo necesita demasiado.

Mientras, la experiencia es inigualable y sumamente enriquecedora. No sólo es un buen espectáculo de competencia. Un agregado es la sustentabilidad que ofrecen las marcas durante la exposición de sus productos en las distintas dinámicas y activaciones.

Sumando a esto, el acceso que se le da al aficionado es casi absoluto. Por supuesto, en todos lados hay restricciones, pero una firma de autógrafos para el público, los pilotos caminando como personas comunes entre la gente y muchísimas activaciones que se dan hacen que las personas obtengan un sentido de pertenencia.

Entrando a lo deportivo, la clasificación, dividida en cuatro grupos, nos dejó un buen show. Además, la modalidad de Super Pole le da un toque aún mejor a esto. Sébastian Buemi ha dominado todo el campeonato, pero justo en esta etapa comietió un error y le costó arrancar desde la quinta posición, por detrás de Jerome d’Ambrosio, Nico Prost, Lucas Di Grassi y Daniel Abt.

Ya en la carrera, fueron 43 vueltas de intensidad electizante, el cambio en pits de auto es bastante entretenido y hasta chistoso. D’Ambrosio, Di Grassi y Buemi nos dieron un agarrón que nos tuvo pegados a nuestro asiento, pero al final Lucas consiguió quedarse con el triunfo en un final espectacular. Estos pilotos demuestran fortaleza y sobre todo, hambre de competencia al buscar rebasar a sus rivales.

Para la mala suerte de los mexicanos, el único representante de nuestro país no tuvo un gran día. Salvador Durán chocó en la clasificación y arrancó desde la posición 15. Después, al inicio de la carrera tuvo que entrar a pits por dificultades con su auto. Nomás no fue su carrera a pesar de ser el local.

Lo mejor de todo, lo repetimos, es el acceso a los fans. Porque Fórmula E no sólo es amigable con el medio ambiente, también con su público.

seguir sopitas deportes

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook